Volteemos veintisiete años atrás. La década de los noventa estaba rodando entre tecnología innovadora y nuevos géneros musicales. Pero al mismo tiempo surgían dos series televisivas que revolucionarían el mundo de la moda, una al principio de la década y la otra la final. Ambas marcaron su propio estilo y le dieron a la televisión ese toque de glamur que no lograron aportar completamente Pamela Anderson o Jennifer Aniston con sus respectivas series y que no se veía desde “Los Ángeles de Charly” con Farrah Fawcett.
Dos mujeres completamente diferentes dominaron las pantallas televisivas mundiales con sus personajes: Fran Drescher con “La Niñera” en el 93 y Sarah Jessica Parker con “Carrie Bradshaw” en “Sex and the City” en 1998; pero parte de su éxito se sustenta en la moda. La industria se hizo cargo de proveer de prendas a las protagonistas que incluían atuendos de diseñador, joyería exclusiva, bolsos, maquillaje y sombreros. Pero si algo llamaba más la atención en todo el outfit eran los zapatos. Los famosos stilettos eran siempre el par perfecto que acompañaba los pies de “la nana Fine” y los de Carrie. La mayoría de las mujeres copiaron el estilo y era normal ver desfilar en las aceras un montón de pies que al ritmo de “punta, tacón”, hacían sonar las calles.
Tiempo después, apareció en escena el famoso athleisure, estilo que acuñaron, principalmente, Melanie C de las Spice Girls y Britney Spears. Aunque el estilo estaba en boga, no era precisamente un look que cualquiera podía llevar. Estaba pensado en las adolescentes, más no en las mujeres mayores. Ellas seguían la tendencia de los stilettos. Correr con ellos se convirtió en un deporte y eran básicos para todo: ir al cine, al trabajo, de fiesta, etc.
Sin embargo, conforme el tiempo pasó, llegaron otros zapatos como las plataformas y los tacones cuadrados que eran más bajos y cómodos que las zapatillas estilo Fran Fine. Los stilettos, aún presentes en la moda diaria, se convirtieron en objeto de studio de doctores que se preocupaban por la posición de la columna. La evolución se debe dar sin la ayuda de productos externos como el calzado.
La inclinación del cuerpo que se genera al calzarse un par de tacones incrementa la presión sobre los dedos y el empeine, además aumenta la presión de las rodillas, así como de las caderas que junto con los tobillos, se arquean provocando dolores lumbares y tensiones musculares que no sólo afectan dichas zonas, sino que llegan hasta el cuello. Por lo consiguiente, la circulación se ve dificultada provocando várices y otros síntomas de circulación a largo plazo.
Con esta información al alcance de todos, era imposible que alguien no comenzara a cambiar las tendencias a favor de la salud y los flats se convirtieron en lo más usado, con tantos diseños para elegir como materiales que se acoplaban mejor al pie. No obstante, el athleisure poco a poco se hacía presente de nueva cuenta en la moda con personajes como Paris Hilton, que usaba un outfit completo de terciopelo (que bien parecería su atuendo de dormir) hasta en las noches de fiesta. Cada vez se popularizaba más y ya no era exclusivo de las adolescentes de la época, lo usaban niñas y mujeres mayores. Era para todas.
Así, con la creciente popularidad de la comodidad y la salud, los flats seguían en tendencia, incluso aumentaba; pero pronto regresaron las plataformas con tacón. ¡Doble tortura! Sin embargo, la salud seguía siendo cada vez más importante. La moda es cíclica, por lo tanto, retomando tendencias de décadas atrás y combinándolas con la ferviente preocupación de mantener un cuerpo sano, el calzado consentido es ahora un par de sneakers.
Si la señorita Fine y Carrie existieran en nuestros días, usarían sneakers y no stilettos. Un par de tenis son considerados los nuevos tacones. Los puedes combinar con vestido, jeans o faldas y lucen bien. Son cómodos, no perjudican la columna como los tacones y brindan la confianza para saberte segura caminando por las calles, el transporte o la oficina. Cada vez más mujeres se unen a la tendencia y los portan con orgullo y comodidad.
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Usar tacones constantemente estiliza la figura y son símbolo de erotismo y sensualidad. No obstante, el precio a pagar es realmente alto, considerando que el daño al cuerpo es mucho mayor que el tiempo que dure el efecto de los tacones. Atrévete a cambiar y a adoptar las tendencias. Algunas son cómodas y benéficas para la salud. Guarda tus stilettos y saca los sneackers.
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Sigue estos consejos de outfits elegantes sin tacones y esta guía que dice cómo llevar vestido sin stilettos o plataformas.
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Referencias:
elle.com
vidayestilo.terra.com.mx
bbc.com