Él mismo dice que es cierto, que solía cazar lagartijas en el patio de su casa para hacerles zapatos de aluminio. Así comenzó la leyenda –y el ahora tan famoso documental– de Manolo Blahnik; el famoso diseñador de calzado que ha ocasionado más de un derroche financiero en las carteras femeninas (y masculinas) del mundo. El hombre que entró al imaginario colectivo gracias a la adicción de Carrie Bradshaw en Sex and the City por los tacones de dicha etiqueta, y que es también uno de los grandes causantes de que miles de mujeres desfallezcan por siempre lucir perfectas en un par de sofisticados zancos.
Si tomáramos en este mismo instante un libro sobre Blahnik –de esos enormes que siempre hay en las mesas de café y que parece que nadie nunca ha tocado– podríamos pasar horas aprendiendo de arte, historia, política y sociedad, pero sobre todo de estilo e ingenio; cómo añadir carácter y relevancia a nuestro look. Pero es en este punto donde las cosas pueden malinterpretarse. No porque la vida de Manolo y sus influencias en el terreno de la moda siempre tengan forma de tacón quiere decir que es EL tipo de zapato que debamos usar siempre.
De hecho, cualquier enseñanza que tomemos de sus figuras, colores y propuestas puede arrojarnos luz sobre todo aquello que necesitamos implementar en el habitus de nuestro guardarropa. No es necesario un par de larguísimos tacones para lograr un coup de coeur con lo que llevamos puesto. Se necesita andar con presencia; y para ello, debes tomar en cuenta los siguientes pares. Imprescindibles si es que estás harta del tacón y de no hallar opciones para un calzado más dócil de manejar.
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Botas planas
Simpleza no significa falto de personalidad o temperamento. Un zapato puede ser simple, pero no por ello aburrido o carente de propuesta. Así es como debemos considerar a las botas de suela baja en este camino heel-free que ahora proponemos; pueden ser del largo que quieras, con las aplicaciones y colores que desees, éstas van con casi cualquier outfit. Tanto para formalidades como casualidades.
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Sandalias flat
Tus compañeras ideales para un fin de semana y aquellos días en que el calor parece no dar coartada. Tea-dresses, jumpsuits, pantalones en denim, camisas oversize y muchas otras prendas –evita verte muy deportiva o desaliñada– pueden acompañar este calzado y encontrar su lado sofisticado y ultra girly.
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Ballerinas
No, no tienen por qué ser negras o completamente blancas. Tampoco se trata de un zapato escolar; no exageres. Pedrería, aplicaciones, prints, lazos y demás pueden ir perfecto en las ballerinas. ¿Recuerdas los colores que utilizaba Degas para sus pinturas de ballet? ¿Esos detalles en los retratos bohemios del Siglo XX? ¿La reinterpretación que hizo Miu Miu de ellas? Que te sirvan de inspiración.
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Loafers
O mocasines, como prefieras llamarles. Los hay en todos materiales y de muy distintos tipos; lo ideal es que busques los de mayor personalidad en alguna boutique o showroom y los hagas tuyos. Con plataformones, suelas tipo comando, aplicaciones en metal, hechos de cuero o incluso PVC, pueden sacarte de un gran apuro para citas formales o de trabajo. Créenos.
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El punto está en que tomes un minuto, respires, pienses “¿Para qué demonios quiero estos zapatos?”, y te respondas clara y seguramente. Porque, en sentido general, has pensado en tacones por dos grandes razones: sensualidad o presencia profesional. Y cualquiera de estos propósitos se puede conseguir con otro tipo de calzado; te lo aseguramos. La clave está en tener estilo. En confiar en ti. Así como con estas Prendas perfectas para dejar de usar bra y no sentirte incómoda, o 5 looks que puedes llevar según tu cita.