En abril de 1989 se transmitió por primera vez una serie que revolucionaría la época noventera: Los guardianes de la bahía.
Millones de televidentes quedaron atrapados con la serie estadounidense de NBC, los actores ganaron rápidamente popularidad y con ella se convirtieron en iconos de estilo y fuente de inspiración para muchas personas en todo el mundo.
Las mujeres de la época querían llevar el cabello como las actrices, tener el cuerpo como ellas y sobre todo tener el famoso traje de baño rojo.
La producción jamás imaginó la popularidad que recibiría aquella pieza que hasta la fecha recordamos como clave del estilo noventero. Las actrices y playmates que robaban las miradas y corazón de los hombres, elegían la prenda por encima del bikini de dos piezas que deja mucho menos a la imaginación.
Carmen Electra, Brooke Burns y muchas otras lo usaban, pero sin duda la mujer que lo popularizó más fue Pamela Anderson. Las fantasías incluían playa de Santa Mónica, sol, piel bronceada y la figura de Anderson en el traje de baño completo rojo.
Las mujeres adoraban esta tendencia, favorecía a la mayoría de los cuerpos y escondía detallitos que a algunas chicas les causaban inseguridad, pero eso sí, necesitaba una buena rutina de depilación de ingle.
Además de ser una revolución cultural de los 90 estadounidenses, desde luego fue también un éxito comercial en todas sus formas, varias marcas intentaron imitarlo y ofrecían piezas idénticas e incluso de diferentes colores.
¿De dónde salió la idea del bañador rojo?
Greg Bonann, uno de los cocreadores de la serie, antes de dedicarse a la producción fue salvavidas en California, siempre tuvo muy claro que esta prenda debía ser lo más parecido posible a la realidad. Contactó a la firma TYR para diseñarlos y les dejó muy claro que “Tienen que quedar lindos pero también ser funcionales en el agua”; y así fue, las actrices aseguran sentirse seguras de nadar libremente con esa pieza de baño.
«Cuando las socorristas están en el agua rodeadas de grandes olas y con varias víctimas agarrando su cabello, el traje, los brazos o las piernas podrían, y lo hacen, arrancar fácilmente su traje de baño si se encuentran en una situación desesperada», explicó Bonann.
Así que en ningún momento fue pensado para ser sexy ni tener el éxito que consiguió, se trataba de un show familiar que solo buscaba entretener y no provocar suspiros.
Y ok, la producción confesó que cada uno estaba adaptado a las actrices, por ejemplo, el de Carmen Electra tenía el corte de las piernas más alto para hacer el juego visual de ser muy alta cuando en realidad es bajita; sin embargo, otro más de los creadores, Michael Berk, confesó también que solo se enfocaban en el deporte y funcionalidad sin la intención de que se convirtiera en una pieza provocativa.
Pamela Anderson fue la socorrista más famosa de la serie y confesó que aún mantiene el traje de baño e incluso ¡le queda!
Definitivamente este “accidente” fue una jugada sorpresiva pero importante para definir toda una década.
También podría interesarte:
Los trajes de baño más icónicos de la historia
Cómo usar un traje de baño sin enseñar mucho
Errores que debes evitar al usar traje de baño