Si al ver este gif, tus amigos dicen que eres tú, es porque probablemente luces cansada todo el tiempo y, quizá, la culpa es 50 % tuya y 50 % de tus cosméticos.
Esto es porque no sabes aplicarlos de manera correcta o porque no usas los ideales para cubrir esas ojeras y ojos cansados, mismos que son producto de tu insomnio, de alguna decepción amorosa o una jornada intensa de tareas sin fin. No importa… el motivo, la solución, están en tus habilidades de maquillista.
Tranquila, sí hay solución si no eres tan hábil —como la mayoría de nosotras— con las brochas y los productos, puesto que sólo tienes que aprender unos sencillos trucos que no te quitarán tiempo, ni son complicados. Además, recuerda que el tiempo te dará la práctica necesaria.
¡¿Lista para dejar de ser un perezoso?!
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Aplica un parche hidratante, estos ayudan a relajar las bolsas de los ojos, mejorando la circulación y así evitar la acumulación de sangre y otros elementos. Déjalos de 20 a 30 minutos antes de tu rutina.
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Nunca olvides el blush. Éste le da un aire de frescura a tu cara y entre más rosado o durazno, mucho mejor.
Siempre ten unas cejas bien definidas. Así, por muy cansada que estés, tendrás un aire más limpio y sofisticado en tu cara. Dales un poco más de protagonismo.
Aplica un poco de delineador nude o blanco dentro del ojo,; lo harás ver más abierto y grande.
Usa un labial en tonos rosados. No necesita ser fucsia o neón, pero tampoco ayuda un tono pálido o —casi— nude. Encuentra un color medio que te ayude a emparejar la tonalidad de tu rostro; esto hará que te veas ligeramente más despierta.
Aplica un poco de broncer en las mejillas, pero abstente de hacerlo en los pómulos o sólo lograrás que tu rostro luzca más calavérico y, por ende, cansado.
Pon el corrector de ojeras después de la base. Procura que éste se aun poco más claro que el maquillaje para iluminar tu rostro; sin embargo, el secreto está en la aplicación. Ponlo en forma de V debajo de cada ojo y difumina.
Evita un delineado en negro; es mejor que recurras a un lápiz café o marrón. Se trata de darle luminosidad al rostro y apertura natural a los ojos. El lápiz negro reduce el aspecto de frescura, dándole cierta densidad.
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Si creías que todo estaba perdido, no es así. Usa los aditamentos correctos y practica. La primera vez puede ser desastroza, pero el tiempo mejora la habilidades. Trata de crear armonía en tu rostro aprendiendo técnicas simples como esta y deja que el maquillaje actúe en ti. Por cierto, un descanso te caería bien .