En agosto de 2021, cuando los talibanes recuperaron el poder oficialmente en Afganistán, el nuevo gobierno del Emirato Islámico prometió a la comunidad internacional que, en esta nueva etapa, garantizaría los derechos y libertades de las minorías; especialmente, el caso de las mujeres y de la comunidad LGBT. Desde 1996, y hasta la intervención de Estados Unidos en 2001, la persecución de los talibanes hacia estos grupos fue brutal. Por ello, cuando volvieron a tomar el control de Afganistán, muy pocas personas creyeron que las cosas cambiarían. Ahora, cuando los ojos del mundo ya no voltean hacia Afganistán, la situación de la comunidad LGBT en ese país está prácticamente al límite.
Talibanes contra la comunidad LGBT
Un informe de la organización Human Rights Watch ha mostrado la contundente y cruda realidad que vive la comunidad LGBT en Afganistán tras el regreso de los talibanes. En el reporte, la situación ha sido calificada como desesperada y con graves amenazas a la seguridad de las personas LGBT. Por ello, los esfuerzos por escapar del país continúan cinco meses después de la toma de la capital Kabul. Human Rights Watch, en conjunto con la organización no gubernamental Outright Action International (también conocida como la Comisión Internacional Gay y Lesbiana de Derechos Humanos), dio a conocer un informe titulado “Aunque te vayas a los cielos, te encontraremos”. El reporte expone las entrevistas hechas a sesenta afganos identificados como homosexuales, bisexuales o trans, residentes en Afganistán o en países cercanos y que han sufrido ataques de los talibanes o de familiares o vecinos simpatizantes con ellos.
Las agresiones contra miembros de la comunidad LGBT consisten en violaciones colectivas, palizas o expulsiones de sus casas a las calles donde prácticamente quedan indefensos. De acuerdo a las conclusiones del informe, el regreso de los talibanes ha sido “devastador” y “terrorífico” para la comunidad LGBT en Afganistán. El ministerio talibán del Vicio y la Virtud publicó en 2020 un manual de conducta en el que los líderes religiosos prohibían las relaciones homosexuales y explicaban que toda acusación de inclinaciones homosexuales debía dirigirse al ministerio para que éste defina el castigo. Esos preceptos son los que rigen al gobierno de los talibanes en Afganistán.
No hay forma de escapar
Una gran parte de los miembros de la comunidad LGBT que fueron entrevistados han tratado de huir de Afganistán, pero, la vía más fácil para lograrlo es Pakistán. El gran problema es que allí también la homosexualidad es perseguida, por lo que son muy pocos los que han alcanzado un destino considerado seguro; por ejemplo, el Reino Unido que confirmó en octubre pasado la llegada de un pequeño número de personas LGBT procedentes de Afganistán. “Los talibanes han proclamado explícitamente que no van a respetar los derechos LGBT. Es extremadamente importante que los gobiernos interesados pongan presión en los talibanes para que los respeten y reconozcan el derecho de asilo a los miembros de la comunidad LGBT ante los riesgos de persecución”, dijo la codirectora del Departamento de los Derechos de las Mujeres en Human Rights Watch, Heather Barr. Aquí puedes leer el reporte completo.
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Foto de portada: Captura especial / EFE
Con información de EFE