Ni Umberto Eco hubiera imaginado que su misteriosa obra, El nombre de la rosa, pudiera convertirse en realidad. La novela [escrita elegantemente por uno de los mayores semióticos que ha dado la humanidad], relata la investigación de dos hombres, el franciscano Guillermo de Baskerville y su discípulo Adso de Melk, quienes intentan descifrar una serie de muertes alrededor de un libro envenenado.
La trama de Umberto Eco, estuvo a nada de volverse real luego de que un grupo de investigadores de una universidad en Dinamarca encontraran varios libros envenenados dentro de una biblioteca danesa. ¿Quieres saber más? Acá te lo cuento.
Umberto Eco podría haber escrito una profecía con “El nombre de la rosa”. (Foto: TN)
¿Libros envenenados? ¡De qué me hablas!
Muchas veces, la casualidad nos lleva a descubrimientos reveladores y este caso no es la excepción a la regla. Resulta que en la antigüedad, muchos pergaminos eran utilizados para convertirlos en portadas de libros. Un grupo de investigadores de la University Southern Denmark, quería descubrir qué era lo que contenían algunos pergaminos, por lo que comenzaron a rescatar algunos con rayos x.
Las portadas de algunos libros estaban llenas de una capa verdosa, por lo que comenzaron a rascar un poco para poder leer los escritos de los pergaminos. Ellos quisieron ir más allá y analizaron esa capa verde que resultó ser arsénico. En total fueron tres los libros de esta biblioteca los que estaban envenenados con esta sustancia que puede provocar la muerte si se ingiere en altas dosis.
La University Southern Denmark es el recinto de los investigadores que descubrieron el arsénico en libros. (Foto: Reuters)
¿Estos libros tienen alguna característica en especial?
Además de estar envenenados con arsénico, las portadas de estos libros que datan de los siglos XVI y XVII, contienen fragmentos de manuscritos medievales, como copias de la ley romana y la ley canónica.
Quienes pudieron haber tenido contacto con estos tres libros, seguro padecieron síntomas como irritación del estómago, irritación del intestino, náuseas, diarrea, cambios en la piel e irritación de los pulmones, según el tipo y la duración de la exposición al arsénico.
Como reacción preventiva, la biblioteca en Dinamarca decidió poner los tres libros en una caja y los tendrá a disposición del público en un formato digital para evitar que los lectores corran riesgos al tener contacto con los venenosos ejemplares.
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