Desde 2016, cuando un ciclón golpeó y dejó 44 personas muertas en Fiji, las inclemencias del tiempo no han parado y las circunstancias en el país insular de Oceanía se han vuelto insostenibles. Eso es lo que reportó su primer ministro, Frank Bainimarama, quien anunció la semana pasada que la isla se encuentra en una “lucha por la sobrevivencia”.
La expresión no es desmedida, pues los ciclones no sólo son fuertes, sino constantes, y eso es lo que no permite una recuperación viable para nadie en el país. Y contra el clima extremo, los humanos siempre salimos perdiendo.
La última catástrofe estuvo a cargo del ciclón Josie, que causó inundaciones y cuatro muertes en Viti Levu, la isla principal de Fiji. Y aunque pareciera que esa es la peor noticia, lo cierto es que hay un fondo más: los ciclones seguirán más constantes y fuertes como resultado del cambio climático, que no es más que el periodo de calentamiento de la Tierra que está ocurriendo a un ritmo acelerado y que provoca cambios violentos en el entorno, de los que poco se puede prever.
El ciclón Winston, de febrero 2016, dejó 21 muertos y miles sin casa. Foto: rtve.
La esperanza del país, más allá de rogar porque las fluctuaciones climáticas mengüen, va por el desarrollo de su capacidad de reacción y recuperación que le permita a la gente tener la garantía de no morir por omisiones gubernamentales o mala planeación, como el retraso de las vacunas contra la meningitis después de que el ciclón Josie los azotara.
El Ministerio de Salud del país es el más ocupado, pues de ellos depende que el país esté bajo regulaciones médicas óptimas y de que la administración de medicamentos llegue hasta el rincón más lejano y se eviten enfermedades pandémicas, sobre todo las de principios bacterianos.
Damnificadas del ciclón Josie de este mes. Hasta ahora van 4 muertos y mil 800 damnificados. Foto: Reuters.
Para Fiji, el país con una de las economías más desarrollada del Pacífico, la industria azucarera y el turismo son lo más importante, siendo este último el más golpeado, pues su constante flujo de 693 mil turistas al año le dan cerca de 751 millones de dólares.
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