Una antigua pero efectiva receta que data del siglo XV está siendo retomada por los artistas y arquitectos en restauración del Vaticano, con una curiosa mezcla de pintura sintética con… ¿leche?
Sí, desde 1484 esta inusual mezcla de conservación de los monumentos y edificios de la santa sede son pintados con leche ya que está solución envejece de mejor manera las fachadas, muros, pinturas, y mosaicos del Vaticano.
La primera vez que fue aplicada fue en 1485 en el Palacio de Belvedere, uno de los recintos que guarda las más antiguas y preciosas obras de arte de los Museos de Ciudad del Vaticano.
El Papa insiste en utilizar métodos naturales y que no dañen el medio ambiente. (Foto: Europa Press)
«Somos nostálgicos del pasado y creemos que los componentes de la leche que en ocasiones son utilizados para hacer cremas faciales anti-envejecimiento, son aplicables en estructuras que tienen siglos de antigüedad», dijo Vitale Zanchettin, el arquitecto en jefe del Vaticano que se encarga de la restauración y conservación de monumentos y edificios.
La mezcla consiste en agregar cal apagada, pigmentos de origen natural de color crema (tradicional de los edificios del Vaticano) el cual fue aplicado en todos los monumentos desde el año 1500, finalmente se agrega la leche que proviene de vacas criadas en la residencia papal de Castel Gandolfo a las afueras de Roma.
Por su parte, Barbara Jatta, directora de los Museos del Vaticano, dijo que el Papa Francisco es muy cuidadoso y partidario de procesos de restauración que sean amigables con el medio ambiente. «El Papa siempre aboga por métodos tradicionales no invasivos para el medio ambiente ni para la gente que visita diariamente la santa sede», dijo Jatta.
La leche proviene de vacas de la campiña romana. (Foto: CNN)
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