No, queridos todos. Tatuarse (sean infinitos o sean lobos) no es una costumbre millennial. Existe desde hace miles de años y la antropología nos demuestra esto con un descubrimiento que a todos dejó con la boca abierta.
En Egipto, la momia de una mujer de aproximadamente 3 mil años de antigüedad presenta los tatuajes más elaborados encontrados hasta el momento en un cuerpo de la época, lo cual podría indicar su cargo religioso destacado en la corte del faraón. Y no, no son lobos y mucho menos infinitos.
¿Cómo son estos tatuajes?
Son sencillos y los podemos ver en la parte de la espalda, los hombros y en el cuello de la momia. Básicamente se componen de figuras geométricas, de puntos y de líneas trazadas finamente, los cuales, de acuerdo al secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Mustafa Waziri, “no tienen precedentes”.
Esta momia fue encontrada en Egipto. (Foto: EFE)
Esta momia… ¿tiene identidad?
Son justo los tatuajes los que podrían indicar el papel religioso de la momia, sin embargo, los arqueólogos desconocen su nombre y su función. Lo que sí, es que consideran que habrían desempeñado un cargo distinguido porque en su piel también aparecen tatuajes con flores de loto, con vacas y monos babuinos, además del ojo de Horus.
El ojo de Horus, fue un símbolo de características mágicas, protectoras, purificadoras y también sanadoras. Se utilizó por primera vez como amuleto mágico cuando Horus lo empleó para devolver la vida a Osiris, su padre.
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Los tatuajes que presenta esta momia son referentes a animales. (Foto: El Universal)
Tres mil años de antigüedad
Esa es la edad que aproximadamente tiene esta momia, la cual vivió entre el año mil 300 y mil 70 a.C y que tenía entre 25 y 34 años cuando falleció. La momia que fue encontrada en el 2014 por la misión del Instituto Francés de Arqueología en la zona de Deir al Medina, en la ciudad de Luxor, en el sur de Egipto.
De acuerdo al comunicado del Ministerio de Antigüedades de Egipto, se utilizaron las técnicas más avanzadas para analizar y revelar los detalles de esta momia llena de tatuajes. ¿Cómo ven? Les decimos que esto va más allá de los tatuajes actuales.
Apenas esto pasó en el Claustro de Sor Juana
¿Te imaginas que escarbando un poquito en la tierra de un exconvento, te des cuenta que hay decenas de esqueletos? ¡Debe ser impactante, ¿cierto?! Pues esto lo pudieron experimentar los antropólogos físicos María Teresa Jaén Esquivel y Arturo Romano Pacheco, fallecidos en 2014 y 2015, respectivamente, quienes trabajaron en la recolección de esqueletos de monjas para conformar el Catálogo de Esqueletos de las Monjas del Ex Convento de San Jerónimo, Ciudad de México.
El catálogo da a conocer los resultados del estudio antropofísico y arqueológico de 207 osamentas atribuidas a religiosas de la época virreinal. El texto fue coeditado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad del Claustro de Sor Juana. Josefina Bautista Martínez, investigadora de la Dirección de Antropología Física (DAF), es responsable en la continuidad de los análisis; mientras que los datos y fotografías que lo componen fueron tomados principalmente de la libreta de campo de la doctora Jaén Esquivel. Eso sí, estas no estaban tatuadas.
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