Hace unos días te contaba sobre el extraño comportamiento de un banco de peces en una playa mexicana en La Paz, Baja California, en el que parecía que estos querían salir con desesperación del mar. Hoy se hace viral la historia de un turista, que caminaba por una playa en Estados Unidos, cuando se encontró a la orilla del mar un pez proveniente de las profundidades del océano.
El hecho se suscitó en las playas de Newport Beach, California, cuando un bañista se encontró en el camino con el cuerpo de un pez gigante color negro, intacto y sin vida. Lo extraño es que consultando con expertos, se dio cuenta que este pez proviene de lo más profundo del océano, lo que hace muy extraño que este haya llegado hasta el exterior.
El hallazgo fue considerado como único e inexplicable, porque este pez suele vivir casi mil metros por debajo del nivel del mar, lo que haría casi imposible el hecho de que haya aparecido en la superficie. Un experto dijo en su cuenta de Twitter que se trataba de un pez balón o “himantolophus”.
¿Qué son los ‘himantolophus’?
Los himantolophus son comunes en aguas profundas de los océanos Atlántico, Índico y Pacífico. La hembra alcanza los 46 centímetros de longitud, mientras que el macho sólo llega a los 39 cm.
Viven en el fondo abisal, cazando presas a las que atrae moviendo el apéndice largo similar a una caña de pesca en su dorso. Al igual que en otras familias de ceratoideos, los pequeños machos adultos viven unidos a las grandes hembras; que tras su maduración sexual, las buscan y adhieren su cabeza dentro de ella, perdiendo las aletas y convirtiéndose en un órgano seminífero.
El pez balón tiene una forma redondeada y carece de colores llamativos, pues en las profundidades del océano llega tan poca luz que su única defensa es imitar la interminable agua.
La naturaleza lo ha dotado de un apéndice luminoso que cuelga de su cabeza para atraer a sus presas y alimentarse, como si fuera una caña de pescar.
¿Cómo llegó a la superficie?
Estos peces provenientes de los más profundo del océano suelen ser arrastrados hasta la superficie por sismos en el lecho marino, los cuales producen fuertes corrientes que los lanzan fuera de su hábitat.
“Los peces de aguas profundas que viven cerca del fondo del mar son más sensibles a los movimientos de fallas geológicas activas”, dijo el experto en sismos Kiyoshi Wadatsumi a Japan Times.
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Foto de portada: Especial.
