Keiko, otra vez detenida
La justicia peruana envió (otra vez) a prisión preventiva a la poderosa líder opositora Keiko Fujimori este miércoles por acusaciones de haber recibido aportes ilegales de la constructora brasileña Odebrecht, lo que amenaza su aspiración de ser candidata presidencial (otra vez) en 2021.
El juez Richard Concepción Carhuancho impuso prisión preventiva por 36 meses a la primogénita del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), cuyo partido controla el Congreso pero que ahora debe enfrentar una crisis interna que puede derivar en quiebre.
¿De qué se le acusa?
El magistrado indicó que existía la “sospecha grave” de que Keiko dirigía una “organización criminal de facto que se ha enquistado dentro del partido” fujimorista, que blanqueaba dinero de origen ilícito. La orden de prisión preventiva fue pedida por el fiscal José Domingo Pérez, que la acusa de recibir 1,2 millones de dólares aportados en forma ilegal por la cuestionada constructora brasileña para su campaña de 2011.
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El juez afirmó que esa “organización criminal” integrada por 13 personas tomaba todas las decisiones en el partido fujimorista, “por encima del comité político” y de la bancada parlamentaria. La meta de dicha organización era “acceder al poder político y una vez en el poder cometer delitos de corrupción”, expresó Carhuancho, quien ahora debe resolver pedidos de prisión para otros 10 imputados en la misma causa.
Keiko, quien arriesga hasta 20 años de prisión en el juicio que ahora debe enfrentar, manejaba autocráticamente al partido y dirigía desde las sombras al Congreso, según revelaron los chats grupales de los líderes fujimoristas, filtrados por la prensa.
¿Linchamiento público o justicia?
La única medida necesaria en su caso es indudablemente la prisión preventiva porque ella ha “interferido” en los poderes del Estado, como el Congreso, y ha intentado obstruir la justicia, argumentó el magistrado.
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El juez ordenó la detención inmediata de Keiko, de 43 años, quien abrazó a su marido, Mark Vito Villanella, a quien le corrían las lágrimas, para luego ser conducida a prisión por varios agentes de policía. “Esto ha sido un linchamiento público”, declaró sollozando Villanela a la prensa, mientras su esposa era conducida a la “Carceleta” del Palacio de Justicia, donde pasará su primera noche presa. Después debe ser trasladada a una prisión femenina.
Las reacciones en Perú
La abogada de Keiko, Giuliana Loza, dijo que presentó de inmediato una apelación verbal. “Vamos a sustentar por escrito la próxima semana”, indicó. El jueves y viernes es feriado para los servicios públicos en Perú.
*Con información y fotografías de AFP.
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