Hasta hace un par de meses, la teoría sobre los ceratopsian, o sea los dinosaurios con cuernos, era que tenían este tipo de ornamentación para distinguirse de otras especies.
Pero las hipótesis de esa teoría han sido debatidas y de alguna manera refutadas por un nuevo análisis publicado en la revista científica The Royal Society titulado «Patterns of divergence in the morphology of ceratopsian dinosaurs: sympatry is not a driver of ornament evolution».
En él, los científicos terminaron con ideas más suaves sobre el uso de esa ornamentación. Incluso se preguntaron: ¿qué hace a los triceratops tan cachondos?
No, no es broma. En dicho artículo, desarrollado por el Dr. Andrew Knapp, se afirma que las características anatómicas exageradas forman parte de procesos óseos socio-sexuales, es decir, que a modo de espinas, crestas o cuernos, estos adornos en la cabeza tienen más una utilidad estética que se relaciona con la selección sexual más que con la defensa contra depredadores, el reconocimiento entre otras especies o la termorregulación. Así como las tiaras o los sombreros que usamos los humanos.
Para probar esta hipótesis, los investigadores examinaron patrones de diversidad en la ornamentación de 46 especies de ceratopsios. (Foto: Wikiwand)
La idea es coherente: cuando se trata de atraer a otras y otros, vale la pena la inversión evolutiva. Los cuernos significan ese plus de adaptación poco sutil pero muy útil en este caso para distinguir entre hembras y machos guapos e interactuar mejor en un sentido sexual.
Y al contrario de lo que las investigaciones anteriores indicaban de los cuernos como arma de ataque y defensa de depredadores y hasta regulación de temperatura, los registros más bien se arriman a la examinación de paleobiología orientada sólo a lo sexual.
Los investigadores también encontraron evidencia de que los rasgos ornamentales parecían evolucionar a un ritmo mucho más rápido que otros rasgos. (Foto: Dinosaur Science News)
Gran hallazgo, pues los estudiosos ahora creen, y con argumentos, que los ceratópsidos machos y hembras no podían distinguirse entre sí con facilidad, pues ambos sexos tenían grandes cuernos ornamentales.
Y si es verdad que los picos en su cabeza se usaban con fines sexuales, eso dirá mucho sobre la vida de los dinosaurios, por ejemplo, que después de poner los huevos, las hembras de ceratópsidos no necesitaban encargarse de cuidar los huevos durante todo su proceso de crecimiento, hasta el nacimiento del producto, como los mamíferos.
Esto no significa que fuera una desobligada, sino que no era la única involucrada en la crianza y supervivencia de sus hijos. Y que tanto machos como hembras podían elegir con libertad los cuernos que más atractivos les parecían (ahí el tamaño sí importaba). No queremos imaginarnos que de haber podido componer música, hubieran hecho la estrofa de: «se pone caliente cuando él/ella me ve los cuernos».
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