Era un día de belleza en la cárcel de Talavera Bruce, en Río de Janeiro. Las prisioneras debían dejar atrás los uniformes para cambiarlos por vestidos que pudieran lucir en la pasarela que se adecuó en el patio del penal para cambiar la zozobra de las internas por sonrisas y una mejor autoestima.
Las internas se preparan con meses de anticipación para ganar el concurso. (Foto: Infobae)
Son diez reclusas las que se preparan para caminar por la pasarela. Son maquilladas y peinadas como si fuera un concurso de esos que llegan a ver en alguna televisión que les habilitan en espacios comunes o en alguna celda. Caminan en tacones frente a otras 440 presidiarias y, también, frente a algunos de sus familiares con los que se reencuentran después de mucho tiempo de no verse.
“Miss Reclusa”, este es el nombre del certamen que premia a la más bella de la pasarela y que tiene el objetivo de subir un poco el ánimo de las prisioneras, mismas que se ven incentivadas por el apoyo de su familia para recomponer el camino y que al término de sus condenas se sientan listas para convertirse en personas de beneficio para la sociedad de su país.
Este año, el premio fue un ventilador que les viene bien en sus celdas. (Foto: Infobae)
Desde hace doce años, la prisión de Talavera Bruce, en Río de Janeiro, incorporó el certamen “Miss Reclusa” a su programa de rehabilitación para las presas. Según la actual directora del penal, Janaina Fernandes, «lo que se intenta es reconstruir la autoestima de las reclusas a través de un concurso que las haga sentir bien consigo mismas y que les provoque un impulso para hacer mejor las cosas al salir».
El desfile es presenciado por familiares de las reclusas para motivarles aún más. (Foto: Infobae)
Mayana, una mujer condenada a 45 años por formar parte de una banda de mujeres que robaba camiones de carga, fue la ganadora este año. Sus familiares fueron testigos de su triunfo y declaró «vi a mi familia y gané la faja de campeona».
Un ventilador fue el reconocimiento que Mayana recibió luego de ser reconocida como “Miss Reclusa 2017”, y aunque muchos puedan menospreciar el premio, para las internas el aparato puede hacer la diferencia dentro de una celda pues «el calor es insoportable aquí dentro y además hay muchos mosquitos, qué bueno que lo ganó mi compañera de dormitorio», tal como explica la ganadora del año pasado, Michelle Rangel, de 28 años y quien está presa por tráfico de drogas.
Mejorar su autoestima, uno de los objetivos del programa de rehabilitación. (Foto: Infobae)
La organización lleva cinco meses pero la realidad es que lo hacen como si fuera un certamen de belleza profesional. En el penal, conformado por 450 internas, participan hasta 150 mujeres, mismas que se van eliminando en rondas previas hasta que quedan diez.
Una organización no gubernamental y una iglesia son las encargadas de dicha organización junto con los psicólogos, terapeutas y autoridades de Talavera Bruce, quienes donan los vestidos y pagan a las maquillistas y estilistas para arreglar a las presas. Aunque muchos lo vean como un gasto innecesario, Fernandes indicó que la rehabilitación de estas mujeres también incluye la elevación de autoestima.
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