Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, declaró que el aumento de la pobreza y el desempleo son “heridas” que “obligan” a que el gobierno que lidera multiplique las formas de protección a las familias a través de bonificaciones. Sin embargo, hay personas que no pueden esperar a que las autoridades tomen acciones pertinentes para ayudarlos a salir de la crisis en la que el país está sumergido.
El caso de Andrés es uno de ellos. En una historia retomada por la BBC de Londres, se dio a conocer que este niño de tan sólo 14 años, ayuda a su familia elaborando “chanclas” con materiales reciclados, mismas que vende en su comunidad y que ya se han hecho populares en la zona.
Andrés ‘inventó’ un negocio que comenzó con un descuido
Si bien la situación familiar de Andrés no es la óptima, un descuido provocó que se le haya “prendido el foco” para crear lo que él llama “un invento” y así salir adelante de la crisis en la que se encuentra actualmente tanto su mamá, como su hermano de 17 años y su abuelo. Su mamá, debido a la anemia severa que padece, no puede salir de casa para trabajar.
Andrés perdió sus chanclas y al no haber dinero para comprar unas nuevas, tomó un poco de caucho de algunas llantas para hacerse unas propias y evitar el gasto. “Cogí un poco de caucho para hacerme unas para mí mismo. Quedaron bien y pensé en que las podía vender”, dijo el pequeño para el medio británico.
Su habilidad, dice su madre, la heredó de su abuelo, un hombre de origen español y carpintero de oficio, quien conserva aún su taller a un lado de su domicilio, en Venezuela. “La suela y el hilo las saco del caucho. Las agujas las saco de la parte trasera del tacón de las mujeres. La agarro, la pulo y le hago una punta”, describe Andrés.
A veces no hay dinero ni para comprarlas…
Andrés admite que la situación de divisas en Venezuela es tan complicada, que la gente de pronto no tiene para comprarle las chanclas que hace (o cholas, como las conocen en aquel país) por lo que le ofrecen hacer trueques.
“Las cambiaba por harina u otro alimento, aunque yo le insistía en que siempre tratara de venderlas para que también pudiera comprarse algo para él”, dice la madre de Andrés, en entrevista para BBC. Ahora, la venta de chanclas es la principal fuente de ingresos de la familia.
“Ahora mismo hago cholas por encargo. La gente me da su talla y el color que prefieren y entonces las hago. Elaboro un par al día y las vendo por cinco o seis dólares”, dice Andrés, quien observa curioso, cómo es que la gente que pasa frente a su casa calza en su mayoría, chanclas hechas con sus propias manos.
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Foto de portada: Andrés López Instagram.
