En una historia que ha conmocionado a Nueva Zelanda y al mundo, la ciclista, Olivia Podmore, perdió la vida como consecuencia de no ser seleccionada para representar a su país en los Juegos Olímpicos de Tokio. La deportista de 24 años, quien había competido en Río 2016, no pudo soportar la decepción tras haber lanzado un mensaje de advertencia en sus redes sociales.
Salud mental en el deporte
Olivia Podmore fue encontrada sin vida el pasado lunes en la localidad neozelandesa de Cambridge. Luego de conocer que no estaría en la selección olímpica, la ciclista había mostrado que pasaba por momentos difíciles, en una publicación de Instagram que después borró.
“El deporte es una gran alegría para muchas personas. Es una lucha, una pelea, pero da tanto júbilo. El sentimiento cuando ganas no puede compararse con ningún otro, pero, el sentimiento cuando pierdes, cuando no eres seleccionado incluso cuando calificas, cuando estás lesionada, cuando no cumples con las expectativas de la sociedad como tener una casa, casarte o tener hijos porque lo das todo a tu deporte, también es un sentimiento como ningún otro”.
Foto: Instagram / @liv_podmore
El fallecimiento de la joven deportista, cuya causa está siendo investigada por la policía neozelandesa, ha provocado un gran impacto en el país, mientras que los amigos más cercanos de la ciclista hacen un llamado para debatir sobre la salud mental de los atletas.
“Hemos perdido una hermana, una amiga y una luchadora que perdió el deseo de luchar dentro de ella. Estamos viendo en Nueva Zelanda y en todo el mundo las implicaciones de la salud mental en la sociedad y en el deporte. Esto ya lo vimos con Naomi Osaka y Simone Biles, quienes se retiraron de competencias por dificultades personales”, dijo el martes a periodistas el excampeón olímpico neozelandés de remo Eric Murray, amigo cercano de la neozelandesa.
Por su parte, la directora ejecutiva del deporte en Nueva Zelanda, Raelene Castle, aseguró que el organismo brindó apoyo a Podmore antes de su muerte y se comprometió a mantener la ayuda sobre la salud mental de los deportistas para que no vuelva a ocurrir algo similar a otro atleta.
Simone Biles y Naomi Osaka
Hace unas semanas, Simone Biles se convirtió en tendencia de redes sociales al quedar fuera de cinco competencias dentro de la gimnasia artística de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Después de su primer aparato en la prueba por equipos, el salto de caballo, la joven de Columbus ya no pudo más. No se fracturó un tobillo, no se desgarró un músculo y tampoco padeció fiebre. Lo que falló, aunque parezca increíble, fue su cerebro.
“Siento que tengo todo el peso del mundo sobre mis hombros. Yo sé que a veces puedo controlarlo y lograr que parezca que no me afecta, pero la verdad es que es muy difícil. Después de la mala actuación que tuve en el salto de caballo, ya no quería seguir. Tengo que enfocarme en mi salud mental. Ya no confío tanto en mi misma”.
Foto: EFE
En el tenis, Naomi Osaka llegó al límite en mayo durante el torneo de Roland Garros en París. En el segundo torneo de Grand Slam del año, la japonesa tuvo problemas de depresión al ser obligada a enfrentar constantemente a los medios de comunicación. Cuando su mente se cansó, Osaka anunció que no se presentaría a las conferencias de prensa.
¿Cuál fue la respuesta? Los organizadores del torneo la multaron y la amenazaron con ser descalificada. Naomi ni siquiera esperó y, al día siguiente, renunció al torneo. Semanas después, la tenista fue la encargada de encender el pebetero olímpico y se le permitió evitar a la prensa. No fue suficiente. El estado anímico de la exnúmero uno del mundo, provocó que fuera eliminada de forma sorpresiva en Octavos de Final. La estrella de los Juegos, no pudo con la presión de los Juegos.
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Foto de portada: EFE
Con información de EFE