Pablo Villavicencio Calderón es un hombre de 35 años de edad, de origen ecuatoriano y que reside en los Estados Unidos desde hace más de 18 años, es padre de dos pequeñas niñas quienes son su más grande motor en la vida.
Pablo, el pilar de una familia que podrían separar en EUA
Junto a su esposa, Sandra Chica, una mujer colombiana, lograron que al menos tres de los cuatro integrantes de su pequeña familia se encuentren blindados del constante estigma de la deportación, sin embargo, Pablo ahora se encuentra detenido y enfrenta el difícil proceso de perderlo todo por sencillamente entregar una pizza.
Sandra sostiene a una de sus dos hijas, mientras exige justicia para su esposo, quien fue detenido por entregar una pizza en una base militar en Nueva York. (Foto: Facebook)
¿Por qué lo detuvieron?
De acuerdo con el diario The New York Times, Villavicencio, que trabaja como repartidor, la semana pasada realizó una de tantas entregas en la base militar de Fort Hamilton en Brooklyn, Nueva York. De acuerdo con el relato de su esposa, en más de una ocasión llevó pizzas a dicho lugar sin problema alguno, sin embargo, el viernes pasado las autoridades le exigieron firmar un documento para identificar su estatus migratorio.
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18 años en EUA y sin antecedentes
Tras firmar, los militares llamaron al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), quienes identificaron que Pablo tenía una orden activa por deportación, a pesar de tener una trámite para obtener un permiso de residencia y trabajo permanente.
La familia Villavicencio vive en la comunidad de Hempstead en Long Island. La esposa de Pablo es de origen colombiano pero tiene ciudadanía estadounidense, al igual que sus hijas. Desde hace ocho meses, el hombre ecuatoriano trabaja en el restaurante Donna Delia’s de Queens, donde venden pizzas de horno.
Todos sus compañeros de trabajo calificaron a Pablo como “un buen tipo”, e indicaron que toda su familia sufre este cruento proceso.
¿Qué opina la comunidad de Pablo?
“Él estaba haciendo su trabajo, no estaba cometiendo ningún delito”, dijo Sandra, esposa de Pablo en conferencia de prensa junto a Eric Adams, presidente del Distrito de Brooklyn, quienes se reunieron con distintos activistas mientras protestaron frente a la base militar.
“Díganme como esto es Estados Unidos (…) esa detención es inimaginable”, lamentó Adams.
Por su parte, el concejal Justin Brannan dijo en conferencia de prensa este miércoles que “los soldados tuvieron el descaro de quitarle la pizza a Pablo antes de detenerlo y entregarlo a ICE”.
Hasta el momento, las presiones no han doblado la voluntad ni el proceso en contra del joven repartidor.
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