El líder demócrata en la Cámara de Representantes, Chuck Schumer, solicitó la intervención del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), ante los “riesgos de seguridad nacional y privacidad para millones de ciudadanos estadounidenses”, por el eventual robo de datos biométricos que supone el uso de FaceApp.
La aplicación para la red social Facebook se viralizó hace unas semanas en todo el mundo, permite “rejuvenecer” o “envejecer” el rostro a partir de una fotografía actual. AEl usuario de FaceApp otorga licencia para el libre uso de todos sus datos fue desarrollada en 2017 por Wireless Lab, una firma con base en San Petesburgo, Rusia. Con su descarga, el usuario otorga licencia al desarrollador para el libre uso de todos sus datos.
Ante esa curiosidad de los usuarios, “Sería profundamente preocupante si la información personal sensible de ciudadanos de EE UU se proporcionase a un poder extranjero hostil activamente involucrado en ciberhostilidades contra Estados Unidos” alertó el senador en una carta enviada al FBI y a la Comisión Federal de Comercio, que compartió en su cuenta de la red social Twitter.
El documento advierte que la aplicación usa la inteligencia artificial, y al descargarla se aceptan los Términos y Condiciones: “el íntegro e irrevocable acceso a sus fotos e información personales”, y que toda la información recolectada por la plataforma puede ser cedida a terceros, sin precisar detalles de quiénes pudieran acceder a esos datos.
La aplicación despegó su popularidad cuando varios personajes se sumaron al reto para hacer públicos en sus redes sociales los cambios reflejados por FaceApp.
Por su parte, la popular aplicación de móvil FaceApp, que ha sido la responsable de las millones de caras de personas mayores que han invadido las redes sociales estos últimos días, recoge en la letra pequeña que también tiene el derecho de usar la información personal de los usuarios y las fotos que hagan con fines comerciales.
El usuario de Twitter Elisabeth Potts Weinstein ha detectado que al firmar los términos y condiciones de la aplicación de edición de fotos, el usuario está cediendo el derecho a FaceApp a emplear sus fotos, nombre, voz e identidad con fines comerciales.
FaceApp es una aplicación gratuita que edita las fotos con filtros que transforman el rostro de la imagen. El ‘software’ permite hacer que los rostros parezcan más mayores, más jóvenes, de otro sexo o incluso añadir una barba de la manera más realista.
Según indican los términos y condiciones de la aplicación, al aceptar las condiciones “FaceApp posee una licencia con derecho de sublicencia transferible, perpetua, irrevocable, no exclusiva, libre de regalías, mundial, totalmente pagada, para usar, reproducir, modificar, adaptar, publicar, traducir, crear trabajos derivados, distribuir, ejecutar públicamente y mostrar su Contenido de usuario y cualquier nombre, nombre de usuario o imagen proporcionada en relación con su Contenido de usuario en todos los formatos y canales de medios conocidos o desarrollados posteriormente, sin compensación para usted”.
Otro aspecto polémico de los términos es que indican que podrían transferir los datos de un Estado a otro para regirse por la jurisdicción de protección de datos de otro país, y que esta colección de datos sea legal.
En la política de privacidad avisan de que “si se encuentra en la Unión Europea u otras regiones con leyes que rigen la recopilación y el uso de datos que pueden diferir de las leyes de Estados Unidos. Tenga en cuenta que podemos transferir información, incluida información personal, a un país y jurisdicción que no tenga la mismas las leyes como su jurisdicción en relación a protección de datos”.
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* Con información de Notimex y Europa Press.
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