Cuando Heather supo que estaba embarazada, la invadió un sentimiento de alegría y de felicidad que se reflejaba no sólo en su sonrisa sino también en su mirada. Jack, su pequeño bebé, cambió la vida de esta mujer inglesa a la que la felicidad se le fue demasiado pronto por culpa de la ecoansiedad.
Investigar sobre el cambio climático y sus consecuencias medioambientales a nivel mundial, provocaron que Heather transformara el sentimiento de felicidad en uno de arrepentimiento, de culpabilidad. Quizá había sido demasiado egoísta como para no haber pensado en el futuro que le esperaba a su hijo, en un mundo con un futuro incierto.
¿Qué es la ecoansiedad?
De acuerdo a la Asociación Estadounidense de Psicología, la ecoansiedad es descrita como “un temor crónico de un cataclismo ambiental; un estrés causado por los impactos aparentemente irrevocables del cambio climático, y preocuparse por el futuro de uno mismo, de los niños y las generaciones futuras”.
Y sí. Heather Sarno se despertaba agitada a mitad de la noche, cuando podía conciliar el sueño. Había otras noches en las que no podía siquiera dormir y mucho menos comer. Ella dice que padece ansiedad, pero, “el que mis miedos se basen en evidencias científicas agrava su ansiedad de una forma distinta a la que normalmente sufren los padres primerizos sobre el futuro”, dijo a la BBC de Londres.
“Fue terrible. No pude dormir durante días. Se fue mi apetito y lloraba mucho. Me sentía muy ansiosa y enfadada. Recuerdo preguntarle a mi marido si era consciente. Me sentí culpable de haber tenido a Jack”, relató.
Características de la ecoansiedad
Entre las características de esta ansiedad provocada por el cambio climático y sus consecuencias están:
¿Qué hacer para combatir la ecoansiedad?
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, ofrece consejos para el tratamiento de la ansiedad en general, como la toma de terapias conductuales congnitivas, sin embargo, Owen Gaffney, científico consultado por la propia BBC Mundo, da una alternativa a esta ecoansiedad.
“Vivimos en una época en que los individuos tienen más poder que nunca antes en la historia. Mira tu esfera de influencia, a tu empleador, a tu familia, a tus conocidos. No tienes por qué convencerlos a todos, pero si logras convencer al 25 por ciento, una idea pasa de ser marginal a significativa.
Debemos “pensar en el cambio climático cuando decidas qué comes, cómo viajas y qué compras. Segundo, habla del cambio climático con tus amigos, tu familia y tus amigos”.
La ecoansiedad provocó que no quisiera tener más hijos
Pensar en el futuro y en las consecuencias que tendrán los más pequeños con los efectos del cambio climático, es la causa principal de la ecoansiedad que provocó no sólo en Heather sino también en decenas de mamás primerizas, la decisión de no tener más hijos.
“Puedo estar llorando todo el tiempo, pero he alcanzado una especie de paz con el hecho de que si seguimos de esta forma, él morirá por los efectos del cambio climático. Sé que es horrible, pero he asumido que terminará pasando”, declaró Heather.
Lo necesario, basado en testimonios de otras mamás que padecen ecoansiedad, es que el temor que se puede sentir provocado por este padecimiento, motive a la acción. “Mientras más aprendes, más miedo sientes, pero es importante que el miedo te motive a la acción. Si sólo sientes miedo, este te abrumará por completo y no harás nada”, revelaron.
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Foto de portada: BBC Mundo.
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