No fue la lluvia. No fue el mal clima. Un grupo de inadaptados que agredieron el autobús en el que Boca Juniors se trasladaba al estadio Monumental de Nuñez, casa de River Plate, fue el culpable de que hoy, la histórica final entre River Plate y Boca Juniors, correspondiente a la vuelta de la Copa Libertadores, quedó pospuesta para el día de mañana domingo 25 de noviembre, en el mismo escenario.
Ante los medios de comunicación, el Presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, indicó que gracias a un pacto de caballeros que se realizó tanto con Boca como con River, el juego de vuelta de la final de la Libertadores quedó pospuesto para el día de mañana a las 17:00 horas, 14:00 horas tiempo del Centro de México.
Las declaraciones de Domínguez
“Debido a un grupo de inadaptados que no saben que esto es sólo un juego de futbol, la Conmebol, en acuerdo con River Plate y Boca Juniors, quedan que el juego se hará hasta este domingo a las 17:00 horas”, indicó Alejandro a los micrófonos de Fox Sports.
No valió ningún mensaje de paz que pudieron haber mandado los presidentes y los jugadores de ambos equipos. Las agresiones se hicieron presentes en el traslado del autobús de los Xeneizes. Y el cuerpo de seguridad de Buenos Aires no pudo con la organización de tremendo partido, a sabiendas que aunque no hubiese afición del equipo rival, es siempre un partido de alto riesgo.
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Los inadaptados, los más culpables de todo
“Por cinco o diez inadaptados nos privamos el mundo de ver un River Boca hoy. Si realmente los jugadores de Boca no podían jugar, River creyó conveniente en apoyar a Boca para que los jugadores puedan tener el tiempo de recuperación pertinente para que no haya ninguna ventaja para nadie. Los dos firmamos un documento en el que afirmamos que jugaremos mañana. Será la fiesta que todos queremos el día de mañana”, indicó Rodolfo O’Nofrio, presidente de River Plate.
Llegó un momento en el que, dando sus palabras, O’Nofrio tuvo que resguardarse pues los aficionados ingresaron a la zona mixta en donde querían meterse a los vestidores. Resulta increíble que no haya garantías de ningún tipo ni siquiera para aquellos que se presentan al estadio a presenciar esta histórica final entre Boca y River.
“Son unos pocos inadaptados los responsables de esto. No estábamos en condiciones para jugar este partido”, indicó Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors. “No podemos con varios jugadores que tenemos lesionados, con algunos jugadores que les faltaban el aire. No estaban dadas las condiciones por las agresiones que sufrimos a 200 metros de llegar al estadio. Yo vi las condiciones de los jugadores y volví para decir que no estábamos en condiciones. Agradezco a la gente de la Conmebol y a la gente de River. Solamente el planteo de Boca fue ese: no pretendíamos jugar con futbolistas lesionados”, sentenció Angelici.
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