No sé a ti, pero a mí me dan terror los tiburones, y si fue un alivio saber que el megalodón no existe en la actualidad, pues alto ahí porque no es lo peor que se mueve en los océanos, hay por ahí otras criaturas que nos ponen los pelos de punta.
El tiburón de la boca terrorífica
Es el caso del tiburón peregrino (Cetorhinus maximus), una especie que nada en los mares de casi todo el mundo, y su peso es más o menos de 6 toneladas, es decir, 6 mil kilos, además de tener una longitud de entre 6.7 y 8.8 metros.
El tiburón peregrino es el segundo pez más grande del océano. (Foto: Wikipedia)
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Este tiburonzote es considerado el segundo pez más grande del mundo, sólo detrás del tiburón ballena, especie con la que comparte su peculiar manera de alimentarse: van nadando por ahí con la boca abierta para atrapar plancton y filtran el agua por medio de sus branquias. La manera en la que nadan y su anatomía le da al tiburón peregrino una forma de cono.
Aunque sabemos muy poco de su comportamiento, el tiburón peregrino no representa un peligro para el ser humano. En general se conciben como animales solitarios, pero se han identificado grupos de hasta 100 de estos.
El tiburón no hiberna, sólo se sumerge a aguas muy profundas en invierno. (Foto: Medium)
Dato curioso: su hígado representa el 25 % de su peso y les ayuda a flotar.
Otra de las cosas extrañas de este tiburón es que desaparecen en invierno: antes se creía que era porque hibernaban y se escondían muy bien, pero ahora se sabe que permanecen más o menos activo durante todo el año, pero en temporada de frío se adentran en aguas abismales, y ahí se alimentan de grandes concentraciones de plancton en zonas muy profundas. Qué miedo.
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A pesar de la magnificencia de esta especie, de acuerdo a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza es una especie vulnerable cuya tasa de población va en descenso debido a la pesca ilegal, aunque está protegida totalmente en países como Reino Unido, Malta y EUA.
Ahora lo sabes, el magalodón no es lo más terrible que podrías ver por ahí si te echas un chapuzón al mar.
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