Jailah era una alumna que adoraba ir a la escuela, era aplicada y muy estudiosa, por alguna razón, la mañana del martes 24 pidió a sus padres quedarse en casa. Su madre, Verónica, no accedió a la petición de la menor. Horas más tarde, la pequeña de tan sólo 10 años se convirtió en una de las 19 víctimas de Salvador Ramos en el tiroteo de la primaria Robb en Uvalde, Texas.
La madre de Jailah contó para Despierta América de Univisión que la mañana de ese fatídico martes, su pequeña hija habría presentido como si algo malo fuera a pasar, pues durante varios minutos rogó que no la mandaran a la escuela ese día.
‘Fui a llevarla a la escuela, pero ella no quiso ir y todo el tiempo le gusta ir, le dijo a su papá: ‘papá, ¿puedo quedarme aquí en la casa?’. Y (el padre) dijo: ‘dile a tu mamá’… y todo el tiempo le gusta ir para la escuela, pero ayer no quiso ir, yo creo que ella sabía que algo iba a pasar’, dijo desconsolada entre lágrimas. ‘Por favor, mami, déjame quedarme’, rogó ante la negativa de su madre.
Veronica afirma sentirse devastada por la decisión que tomó de no permitirle quedarse en casa el día del tiroteo, en donde también perdió a uno de sus sobrinos.
Era una niña dulce y buena
Veronica, madre de Jailah, menor que perdió la vida víctima del tiroteo perpetrado por Salvador Ramos, describió a su pequeña hija como una niña alegre y con mucha vida, que le gustaba bailar y subir videos a TikTok.
‘Todo el tiempo bailaba y con su TikTok, todo el tiempo estaba afuera’, dijo la madre en la entrevista.
La desgarradora historia de esta menor es una de tantas que agobian a los Estados Unidos desde hace dos días ante una nueva masacre masiva en una escuela que pasa a la historia como la peor vivida en Texas.