Las víctimas cada vez guardan menos silencio y eso, claro está, es un problema grave para la Iglesia Católica, pero sobre todo, para aquellos sacerdotes encargados de abusar de cientos de niños alrededor del mundo, pensando que nunca van a abrir la boca para denunciar las vejaciones de las que son protagonistas.
Recientemente se dio a conocer que las denuncias por abusos de clérigos en contra de menores, recibidas en el 2018, duplicaron las que se recibieron en el año 2017 en el Vaticano. La mayoría de ellas, además, provienen de personas de habla hispana, lo que indica que el mayor porcentaje se da directamente en América Latina o España.
¿Cuántas denuncias por abusos a menores se recibieron en el Vaticano en el 2018?
Siempre decir que una cantidad de abusos se duplica a otra, es aterrador y más cuando de niños se trata. En 2018, el Vaticano recibió en la Congregación de la Doctrina de la Fe (CDF), de acuerdo a lo publicado en el diario español El País, cerca de 900 denuncias.
En el año 2017, las tramitaciones de ‘delicta graviora’, es decir, de los delitos que afectan a los abusos a menores y pasan a la CDF), alcanzaron las 410, con lo que se demuestra que no sólo se duplicó sino que se rebasó ese doble de denuncias por abusos en contra de niños, por parte de sacerdotes.
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¿Lo peor? El dato no sería un récord roto
Y no esperamos que se rompa, si hablamos sinceramente. Las denuncias, al menos en la última década, alcanzan números entre 400 y 500, algo que, además, es preocupante tomando en cuenta que la mayoría de ellas proviene de América Latina.
De acuerdo a la publicación española, el aumento -sumando a la crisis de la Iglesia Católica y a esa necedad del Papa Francisco en devolver la fe en la religión- obliga a la CDF a aumentar el personal que lleva a cabo las investigaciones y a reforzarse con figuras de peso.
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El perdón a los abusadores, tema complicado
Sean O’Malley cardenal y arzobispo de Boston, quien se ha distanciado del Papa en los últimos años, recriminó cuando, por ejemplo, recriminó a las víctimas de Chile que sólo fueran capaces de aportar ‘calumnias’ contra el obispo que encubrió por muchos años los abusos del sacerdote Fernando Karadima.
La cumbre sobre los abusos ya se realiza y O’Malley indicó “confío en que sea una oportunidad para el Santo Padre y los obispos de todos los países de dar prioridad a la protección de los menores. Las conferencias de todo el mundo necesitan tomar esa responsabilidad. Espero que se den pasos muy concretos para asegurar que la transparencia, la tolerancia cero, la rendición de cuentas, el cuidado de las víctimas, la protección de los menores”.
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