Yajaira González llora con la esperanza de que su voz se escuche en Caracas. Antes chavista, esta migrante suplica al gobierno de Nicolás Maduro que deje entrar la ayuda humanitaria de Estados Unidos para atender el desabastecimiento de alimentos y medicinas en Venezuela.
Como Yajaira, son cientos los venezolanos que desde la frontera con Colombia suplican a Caracas para que dejen ingresar las ayudas anunciadas por el gobierno norteamericano y aceptadas por el opositor Juan Guaidó, reconocido por cerca de cuarenta países como presidente interino de Venezuela.
‘No estamos bien, presidente’
“No es como usted dice que estamos bien. No estamos bien, presidente, estamos mal”, explica Yajaira a la agencia de noticias AFP. A ella, la profunda crisis económica de Venezuela la obligó a huir desde el estado Anzoátegui al municipio colombiano de Villa del Rosario. A metros de ella están las bodegas instaladas por Bogotá para recibir los medicamentos, los kits de aseo y la comida no perecedera financiados por el gobierno de Donald Trump, que también se enviarán desde Brasil y una isla caribeña por definir.
A la oposición de Maduro para recibirlas se suma el bloqueo por parte de militares venezolanos de un puente fronterizo por el que se presumía que se transportarían los cargamentos. Dos contenedores azul rey y una cisterna de una camión de transporte de combustible roja fueron atravesados en los carriles del puente Tienditas, que comunica las localidades de Cúcuta (Colombia) y Ureña (Venezuela).
La moderna estructura, terminada hace tres años y construida por ambas naciones, no ha sido inaugurada. Su apertura se ha postergado por la orden de Maduro de cerrar la frontera común de dos mil 200 kilómetros a finales de 2015, aunque levantada meses después.
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Miles de personas en busca de ayuda humanitaria
Alrededor de 35 mil personas usan diario el viejo puente Simón Bolívar. Por ahí la ingeniera Dajelys López empuja el coche que transporta a su bebé recién nacido, con la esperanza de encontrar en Cúcuta lo que escasea en su patria. Arrastra el dolor de ver a sus familiares sufrir por un severo desabastecimiento que disparó la migración, calculada en 2.3 millones de personas desde 2015, según la ONU. “Ayer se murió un amigo porque le dio una parálisis y no tenía medicamentos para afrontarlo”.
La ayuda “me parece (…) excelente”, sostiene. Aunque el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, aseguró que aviones con ayuda ya han llegado a Colombia, es un misterio cuándo y cómo se llevarán al otro lado de la frontera. Bogotá y Caracas prácticamente no tienen relaciones desde mediados de 2017. El presidente Iván Duque lidera la presión diplomática contra la “dictadura” de Maduro.
Las autoridades venezolanas han sido enfáticas en que no permitirán el paso, mientras que Guaidó llama a los militares a que en un acto de “humanidad” las dejen pasar. Los expertos coinciden en que la situación probará la unidad de mando de la Fuerza Armada, bastión de Maduro. “Ellos tienen una responsabilidad importante, si seguir de lado de una dictadura (…) o ponerse del lado de la Constitución”, dijo Guaidó a Blu Radio de Bogotá.
Con información de AFP.
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