Las formas y las figuras de la lengua son infinitas. Más allá de eso, son seductoras y extremadamente poderosas; la palabra hablada –sonorizada– pronto se convierte en cuerpo que acaricia con sus significados nuestra piel y estimula nuestros sentidos con sus texturas. El lenguaje se transforma en silueta atractiva que, tomando sus apariencias variables y perfiles eternos de la pronunciación, modifica lo que se está sintiendo, percibiendo y haciendo en el mundo. Mucho más cuando se trata de incitación. De mimo y atracción.
“Nada como las canciones en español para que todo eso que no se atrevía a salir muestre su verdadero rostro ante el mundo y encuentre los medios para despojarse de sus ropas en sincronía con otro ser ávido de excitación”.
Desde la poesía hasta la literatura experimental, la lengua en ocasiones goza de acompañarse con música; disfruta de saberse única, reconocerse como canción inigualable –con sus coros altivos, sus estrofas provocadoras y sus notas estimulantes–, para inaugurar sensaciones que se transporten por los terrenos del arte, pero también de la experiencia humana más íntima y cotidiana de la Tierra. Esas piezas sonoras o musicales que erizan la piel con la fuerza de mil corceles desbocados no alcanzan su punto más personal hasta que, movidas por la radical energía de su naturaleza, se enfrentan con la desnudez de las personas.
Así, se inaugura entonces otros tipos de estimulación e importancia para las palabras emitidas; la canción que, en búsqueda de caminos estéticos y recónditos, se vuelve hacia la ladera del erotismo en estos casos y provoca el hallazgo del placer, la sensualidad y la entrega. Mucho más si esto le es posible en nuestro propio idioma; nada como las canciones en español para que todo eso que no se atrevía a salir muestre su verdadero rostro ante el mundo y encuentre los medios para despojarse de sus ropas en sincronía con otro ser ávido de excitación.
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‘Reina japonesa’ – Fernando Milagros
Con un poco de gracia, probablemente un poco de dolor, Milagros aporta una canción no para un encuentro salvaje, sino para momentos de caricias, confesiones, sentimientos sin tapujo, vulnerabilidad y conexión. Este track es un llamado a que ese alguien venga y nunca más se vaya; perfecto para balancearse a su ritmo en la oscuridad.
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‘2022’ – Fother Muckers
En un abrazo eterno, en un beso que comienza con los labios cerrados y termina con la cabeza entre las piernas, ‘2022’ es una de esas piezas que llegan a nuestra vida para ser bailadas por siempre. Es la canción perfecta para mostrarse sin ropa frente a la persona que lo significa todo en este mundo.
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‘Tormenta’ – Alex Anwandter
https://www.youtube.com/watch?v=PzQaJABF8Lg
¿Acaso es la canción de un fin? O será el soundtrack ideal para el sexo de reconciliación (¿?). Es más, no pensemos en el sexo. Ubiquemos mejor ese lapso preciso en el que cada uno de nosotros se enteró que había una persona en la Tierra con quien nuestro cuerpo se sincronizaba y se excitaba sin siquiera tocarse; eso es ‘Tormenta’. Fragilidad.
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‘Lo que quieras’ – Dënver
Esta canción implica recuperar la conciencia y perderla a cada instante. En un vaivén de hormonas, excreciones y conexión física o emocional, la voz de esta agrupación nos lleva de la mano a la ternura de los besos y las palabras que se confunden con el silencio. Track extraordinario para extraviarse en el tiempo.
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‘Casualidad’ – Nano Stern
https://www.youtube.com/watch?v=nQbdgZdWTQY
“No creo que haya sido casualidad que nuestros dos caminos se cruzaran en la mitad” reza el inicio de esta composición que va de los jazzístico a la indie o lo folk; uno de los sentimientos más reales cuando se cree haber hallado a quien encarna la perfección total. ¿Habrá sido casualidad? Con el smooth de esta producción musical siempre queda la impresión de que no.
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‘Danza rota’ – Gepe
Uno de los mejores covers que se hayan hecho a Soda Stereo en el mundo; con su riff inicial, su ritmo consistente y la voz de este cantante, la danza rota de aquel argentino que tanto nos regaló en el mundo se convierte hoy en un ritual de movimientos convulsivos que se sanan en los brazos del ser amado.
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‘Peligro’ – Gotan Project
Este proyecto argentino que busca el eclecticismo de la música contemporánea en la tradición de un genero que su país natal le regaló al mundo, cuenta con gran cantidad de temas lo suficientemente sugerentes para el momento de levantar la temperatura en una habitación; sin embargo, nada como este track para encontrar la insinuación con el ritmo de los cuerpos.
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‘Tengo frío’ – Ely Guerra
Con un tempo preciso y unos bajos que nadie esperaba cuando esta pieza se dio a conocer, la voz de Ely Guerra proyecta confesiones que muchos de nosotros hemos guardado por demasiado tiempo —quizá— y los colores de su interpretación llaman al encuentro carnal, despacio, entre dos (o más) seres.
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‘Pervert Pop Song’ – Plastilina Mosh
El dúo mexicano que siempre se ha caracterizado por sorprender y escandalizar en muchos sentidos, cuenta con una canción entre su repertorio capaz de hacer volar a la mente en un territorio que se conforma de diversión, erotismo, salvajismo y demasiadas ganas de estallar en una habitación.
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‘Putita’ – Babasónicos
Acompañados de su característico ritmo de los lejanos años 2000, estos argentinos cumplen a la perfección su promesa estilística con esta canción. Entre sensualidad, perdón y reclamo, bien puede hallarse en los acordes de este track la caricia en la espalda, el beso en la entrepierna y el sudor resbalando por la piel.
Tomemos este playlist y planeemos la noche de besos y caricias; con cada uno de estos temas es imposible que no se consiga lo que estamos esperando. Sobre todo si tenemos en cuenta que estos no son exactamente para follar, sino para incentivar otro tipo de acercamientos. De esos que quizá no requieran la exageración del contacto físico, sino la sutileza de las miradas, las respiraciones y los movimientos. Para continuar con este tema de pasiones y musicalidades, toma también en consideración estas 15 canciones en español perfectas para tener sexo con tu pareja y las razones por las que las personas que no saben bailar son malas en el sexo.