“Fuimos a cenar a un restaurante, nos sentamos y el camarero puso cuatro platos para todos; pedí mi comida y ellos hablaron con él en su idioma. Después llegó únicamente mi cena. Pregunte: ¿Dónde está el resto de la comida?- y lo chicos contestaron- ¡oh! no, nosotros no tenemos dinero para comer aquí; te hemos traído solamente a que tú lo pruebes”.
(Derrick May, antes de su performance en Macedonia)
En los últimos años uno de los géneros underground con mayor número de seguidores ha sido el Psychedelic Trance, quienes, en su mayoría, residen en países como México, Francia, Sudáfrica, Israel, Brasil y Alemania.
Una de las principales características de este estilo de música es que la mayoría de las fiestas se hacen en lugares al aire libre, fiestas “out doors”, alejados de toda civilización urbanizada, detalle que no debe sorprendernos, ya que lo único que ofrecen muchas veces las megalópolis son vidas cuadradas, deprimentes y monótonas. Por eso, estas fiestas han luchado por mantener el espíritu humano libre, donde el arte es el principal catalizador del alma.
Muchos movimientos contra culturales, con el paso del tiempo, también han sido absorbidos por el Libre Mercado (ley de la oferta y la demanda) regulado por una mano invisible. Si bien es cierto que la música también debe ser un negocio rentable, es justo ese punto donde comienzan los problemas entre los movimientos contra culturales y el capitalismo, en la rentabilidad del negocio musical y la comercialización de los valores que defienden aquellos movimientos.
La eterna lucha entre éstos y el sistema económico-social ha permitido que muchos se aprovechen y corrompan para su beneficio los principios de las manifestaciones que hace la contracultura con sus expresiones artísticas.
Ahora es el turno de Psy-trance de desafiar al capitalismo, desde Japón hasta México, los artistas Psicodélicos no han dejado de abrirse paso, encontrando nuevas formas de exponer su arte sin caer en las manos del sistema. Aunque veamos a Astrix o a Vini Vicci en el Tomorrowland, nunca los veremos siendo parte de una disquera comercial.
A continuación te presentamos a tres artistas de la escena underground del Psy-trance que debe conocer, ya que su trabajo y talento los han llevado a recorrer el mundo llevando un mensaje de respeto, de libertad y de comunión grupal a través de la música:
Attik
Este joven productor tuvo contacto con el Psy-Trance a la edad 15 años, aunque nunca pensó que su futuro estaba en la música, sino en la publicidad. Desde sus inicios, este joven a dejado claro el camino que desea seguir y no pierde de vista su objetivo. Su música la puedes escuchar ya sea en una fiesta o para llevar a cabo otras actividades cotidianas, pues te inspiran a seguir en movimiento, en busca de aquello que realmente deseas, desde África hasta Brasil, sus ritmos suenan y cada día adquieren mayor importancia en la escena musical.
Nano Vector
Este productor originario de Monterrey debutó a los 19 años en la escena del Psy-trance y a partir de ese momento su carrera tomó un rumbo que lo ha llevado a países como Tokyo y Brasil. La escena mexicana de la música psicodélica tiene como referente a este joven que no permite que su música tome rumbos fuera del movimiento en el que comenzó. Si quieres ser un verdadero conocedor de este género musical, sin duda, tienes que conocer al regiomontano.
Pollyfonika
Tania, además de ser ícono viral en las redes sociales, ha sabido posicionar su música no sólo a novel nacional, sino que ha traspasado fronteras. En la actualidad la joven joven tapatía es escuchada en países como Holanda y Guatemala, a los que también ya ha ido a hacer presentaciones ante miles de personas y ha creado un reputación y un estilo muy propio del Psy-Trance , ganándose su lugar como una de las mejores Dj de México.
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No dejes de empapar tus sentidos con buena música, te compartimos 10 canciones de música trance que te llevarán por un viaje a través de los sonidos.