No. No mencionaremos Nickelback o Creed. Las que mencionaremos son algunas bandas odiadas que se han ganado hate por ser parte del mainstream o por ser demasiado pop para la audiencia que se autodenomina “rocker”. Sin embargo, ya sea por su genuino talento o la marca que han dejado, sí necesitan ser escuchados una vez más para darnos cuenta de que en realidad sí valen la pena y tienen más que ofrecer.
Green Day
La mayoría de la gente que odia a Green Day, lo hace por su desprecio a “Boulevard of Broken Dreams”, “21 Guns” y todas las baladas pop que tuvieron a inicio de siglo. De igual forma, existe una especie de odio a su espíritu adolescente punk rock, porque según muchos “no son punk”. Sin embargo, sus primeros álbumes, y los que llegaron después como el American Idiot, 21st Century Breakdown y Revolution Radio son grandes trabajos que –sin las baladas pop– hacen un excelente retrato del teen angst y la energía del rock de estadio que lleva perdida décadas.
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Coldplay
Coldplay tiene todos los elementos para ser odiado. Es una de las bandas que dejó sus orígenes melancólicos por el pop de estadio, han aparecido en incontables shows para las masas y sin duda prefieren ser carismáticos a una banda que crea sonidos experimentales. Sin embargo, sus primeros dos álbumes, Parachutes y A Rush of Blood to the Head son excelentes ejemplos de que tenían un amplio potencial. Su fuerte influencia por Radiohead y el late brit pop eran notorias. Algunos de sus tracks recientes siguen teniendo esa energía, así que sin duda al menos esas primeras obras se merecen otra oportunidad.
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Weezer
Para muchos Weezer es como esas bandas que simplemente existen. Se dice que no son buenos ni malos, sino que son demasiado “equis”. Sin embargo Pinkerton, su segundo álbum de estudio es uno de los trabajos más influyentes de la escena musical que nació en los 2000 y en los 2010. Ellos fueron la base de un pop punk alternativo que inspiró a la escena emo, ya que contaban con un montón de melodías sucias con letras trágicas. Aparte de ello, han mantenido una esencia única constante y aunque sus álbumes no sean relevantes, se merecen una segunda oportunidad.
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El Metallica reciente
Hasta los mismos fanáticos de Metallica odian sus últimos álbumes, desde las épocas en las que cortaron su cabello. Claro, su sonido cambió, pero no podían pasar el resto de sus vidas tocando el mismo thrash metal de siempre. La música no es de pésima calidad y mantiene la esencia de enojo y desesperación de los miembros de la banda. Algo que no podemos rescatar ni defender es el terrible disco que hicieron junto con Lou Reed antes de que muriera, lo cual destruyó por completo su reputación.
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Linkin Park
La muerte de Chester Bennington sorprendió porque súbitamente Linkin Park pasó de ser una banda odiada a algo completamente distinto. Los metaleros la odiaban porque no era lo suficientemente “metal”, los amantes del rock se burlaban del uso del hip-hop, y los rappers se reían de su estilo. Hasta sus últimos discos ganaron más haters, por venderse absolutamente al mainstream y crear música que era sólo del gusto popular. Sin embargo, vale la pena repasar sus primeros trabajos y verlos con otra perspectiva, ya que crearon un sonido distinto y único que hacía explotar el enojo en nuestros corazones con mezclas perfectas de géneros que, aunque fueran extrañas para la época, marcaron las bases para lo que escuchamos en la actualidad.
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My Chemical Romance
“Son emos”. No. No lo son. Lo único que hicieron fue adoptar una estética que iba de acuerdo a la época, pero su música estaba lejos de ser lo que la gente pensaba. No era pop punk, no era punk, no era rock, era algo completamente distinto. MCR mezcló metal con melodías pop trágicas, dando como resultado una serie de historias brutales acompañadas de la visión extraña de Gerard Way en sus letras. The Black Parade es su mejor obra, pero sus otros discos (en cierto sentido conceptuales) demuestran que eran una de las más grandes bandas de la época y que incluso podrían compararse a grandes como Queen.
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Lana del Rey
Todos detestan a Lana del Rey por la misma razón por la que odian a Kristen Stewart: porque se puso de moda hacerlo. Después de una extraña presentación en Saturday Night Live, Lana fue señalada como aburrida, presumida y una copia del pasado, pero basta con escuchar uno de sus discos para saber que no es una artista pop cualquiera y que ella usa sus influencias, no para copiarles sino para crear algo único y distinto. Sus letras van más allá que las de otras escritoras contemporáneas y cada uno de sus tracks cuenta una historia poco convencional. Para dolor y amor, no existe mejor que Lana del Rey.
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Dua Lipa
Si alguien odia a Dua Lipa, quizá es porque es una artista pop, pero sin duda su propuesta es más interesante de las que hemos visto de otras artistas (a excepción, quizá, de Lana del Rey). Lo cierto es que más allá de la imagen de glamour y esas cosas que llegan con el pop, la mujer tiene una propuesta musical bastante sólida que no depende de lo mainstream para sonar llamativo, y ella se encarga de gran parte del proceso de producción. Si ha recibido apoyo es porque es una artista fácil de promocionar, pero ella se mantiene fiel a su espíritu y entrega todo de ella en los tracks.
Quizá quienes odien estas bandas y artistas nunca les darán una oportunidad, pero sin duda la merecen. Los que han durado más de 10 años han demostrado que no sólo es su acercamiento con lo pop lo que los hace tan interesantes, y las nuevas propuestas tienen cosas que nadie más ha presentado, así que sin duda vale la pena observar lo que producen. Es necesario tener apertura cuando escuchamos música y no señalar que algo es malo solo porque es pop. De hecho, si es pop, es porque existe calidad.
