Se cree que las bandas llegan al éxito después de vender miles de discos, de tocar en festivales y viajar alrededor del mundo. Esta es la carrera “ideal” de un rockstar. Sin embargo, el recorrido anterior sólo representa la punta del iceberg dentro del universo musical, porque más allá del dinero y la popularidad, lo importante son las emociones que transmiten y construyen. No tiene nada que ver con números o marketing sino con actitud y talento.
En estos días sobran las melodías pomposas que reviven géneros del pasado y se mezclan con alguna corriente pop. Los nuevos y pulcros proyectos están bien pero a veces es necesario recordar los sonidos ruidosos, ritmos grotescos y voces nostálgicas del Lo-Fi, estilo que en la década de los 80 y 90 hizo exitosos a grupos como Sebadoh, Pavement o Beat Happening.
Aquella corriente Lo-Fi vino a desechar el ideal de una banda “perfecta y profesional”. Aquí meterse en un estudio era cosa de hipócritas sin talento que jugaban a ser rockstars. Los grupos que seguían este estilo se arrinconaron en un rincón del garage donde sólo existía la música y lo que querían decir con ella. Las siguientes bandas surgieron como todos algún día deseamos comenzar: con guitarra, batería, bajo y un estudio casero. Ellos nos demuestran que con un equipo básico se pueden hacer canciones exitosas.
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Ty Segall
‘Bullet Proof Nothing’ comienza con una guitarra sucia y una voz rebelde: el sello de Ty Segall en toda su carrera. Originario de Laguna Beach se ha consolidado como uno de los grandes exponentes del estilo Lo-Fi y afirma que “en la música no necesitas ser excesivamente conceptual para provocar un cambio en alguien, por eso mi única meta es afectar tanto a la gente que, con suerte, quieran hacer música ellos mismos y crear arte por su cuenta”.
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Ariel Pink
Ariel Pink ya tiene una historia larga en el estilo Lo-Fi, de hecho en 2006 sacó el álbum ‘Trash & Burn’, donde se puede apreciar un sonido sumamente crudo y triste. Es música en su más simple expresión, que quizás no bailes, pero te hace reflexionar hasta dónde puede llegar una banda cuando se lo propone. El músico de California quien también a experimentado con canciones más alegres, trabajadas, pero igualmente potentes. En conclusión, su música es tan contradictoria que no se puede encasillar en un sólo género, deberás experimentarlo y gozarlo según tus gustos.
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Deerhunter
Deerhunter tiene un ritmo más pausado, pero eso no compromete la potencia y fuerza de sus canciones. En su más reciente material puede notarse una evolución conceptual pues su sonido es más firme en melodías como ‘Breaker’. Esta nueva línea creativa también se escucha en canciones como ‘Helicopter’, una muestra del poderío que logran alcanzar con un instrumento de cuerdas electrificadas y un amplificador a punto de estallar.
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Crystal Stilts
La banda Crystal Stilts es originaría de Brooklyn, Nueva York. Son agresivos desde sus primeros sencillos, de hecho con ‘Love Is a Wave’ ya acarreaban una serie de riffs que prácticamente hacen imposible no agitar la cabeza. Aún así, el sello distintivo es su capacidad de improvisación y experimentación pues parece que cada canción es un giro de 180º.
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Washed Out
Washed Out bien podría retratar tres o más estilos en una misma melodía. Si hablábamos de experimentación con Crystal Stilts, Washed Out está más apegado a una psicodelia electrónica mientras combina un estilo meloso de los 80. ‘It Feels All Right’ es uno de los singles más conocidos, cuyo sonido hipnótico es perfecto para una tarde relajante.
https://www.youtube.com/watch?v=-DkslcOhytU
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Memory Cassette
El estilo de Memory Cassette recuerda a esas películas donde la escena era una chica bailando entre luces de neón, vistiendo colores extravagantes –la pureza de los ochenta– y te retaba a vivir una aventura. Aquí te deleitarás con psicodelia y beats quietos y pacientes para que los aprecies con tiempo. Déjate llevar por ‘Assleep at a Party’, el tema que necesita para una noche nostálgica.
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No Age
Cuando escuchas a No Age sientes que podría regresar la esencia del punk rock y toda aquella filosofía rebelde y altanera. La banda es agresiva, suelta solos de guitarra mientras una bateria marca un ritmo acelerado y la voz queda en segundo plano. Aquí no mueves el pie, ni la cabeza por las letras, sino por aquella sonoridad garage que grita: salgamos a tocar y que pase lo que tenga que pasar.
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Las corrientes musicales son las grietas de la cultura que al escudriñarlas puedes encontrar un universo sorprendente y también un poco de basura. Estas bandas reflejan escenarios donde no importa el dinero, sino la creatividad y abundancia en cada ritmo; todo para que al final te deleites y goces cada melodía. Ya que si aún estás hambriento de calidad te recomendamos estos 25 discos que son una obra de arte según NME o si eres un caso perdido te decimos científicamente por qué una mala canción nos puede encantar.
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