En semanas anteriores he presentado unos posts en el que hay argumentos sobre ciertas bandas que podrían se sobrevaloradas. Este tipo de discusión, por lo general, genera opiniones encontradas y una exposición interesante de ideas que muchas veces va más allá de la banda en cuestión. Durante esos intercambios, surgió una idea como ejercicio opuesto a una lista de bandas sobrevaloradas: una lista de bandas y artistas subvaloradas. Así que para esta ocasión, los argumentos expuestos servirán para defender a tres artistas que parece ser, no tienen el mérito que realmente les corresponde.
Existen varios parámetros musicales y culturales para que un artista vea su legado subvalorado. Puede estar relacionado con su popularidad y accesibilidad, con su imagen pública o puntos específicos de su carrera; puede depender, también, de la época en la que analicemos su música. Muchos artistas han lanzado álbumes que en su tiempo fueron considerados basura, para ser revisados unos años después y etiquetarlos como obras maestras.
Los artistas que conforman esta lista, fueron elegidos tomando en cuenta un criterio popular. Son conocidos por cualquier persona que disfrute del rock, el pop o que tenga Internet. No hay algún artista de un movimiento oscuro de los ochentas o de algún sub-género misterioso del post-punk. Es decir, para que este ejercicio sea más efectivo, los cinco artistas que discutiré, tienen una reputación cementada en la música y, a mi parecer, no se acerca al estatus de valoración que requieren sus obras. Cabe resaltar que estos argumentos corresponden a una opinión personal y no a la de Cultura Colectiva como medio. Empecemos con la figura más polémica de los seleccionados:
Kanye West
El rapero y productor oriundo de Chicago es un bocafloja egocéntrico, de eso no hay ninguna duda. Muchas de las cosas que ha dicho o hecho son, en su mayoría, sacadas de proporción, creando escándalos que se suman a una larga lista de tropiezos como figura pública. Pero al final, lo que debe estar sobre la mesa es lo que en realidad habla por su carrera: la música. Muchas veces las críticas hacia Kanye West están dirigidas a su personalidad, no tanto hacia su música. Me ha tocado charlar con personas que no escuchan la música del rapero debido a lo que piensan al respecto de su persona, y eso no tiene nada de malo, al final uno va a escuchar lo que quiere, pero a veces, algunas personas desestiman la música de Kanye West sin haberla escuchado, sólo porque el hombre es un pelmazo.
Hacer esto, en el caso de Kanye West, resulta un tanto injusto. “Yeezy” ha realizado algunos de los álbumes más importantes y revolucionarios del Hip-Hop y la música pop, procurando siempre innovar en todos los aspectos de sus obras. Como artista ha tenido una evolución musical bastante interesante, tomando durante su carrera influencias del Pop, Soul, R&B, Rock, Industrial, Electrónica, Gospel, Trip-Hop e incluso Noise. Pocos artistas de la talla comercial de Kanye se interesan en siempre buscar nuevos terrenos por explorar dentro y fuera del Hip-Hop, y su legado discográfico habla por él (a pesar de que él hable mucho). Al final, para que Paul McCartney haga una colaboración contigo, algo interesante como artista debes tener. Entonces, creo que en el caso particular de Kanye West, hay que sobrepasar los prejuicios que nos ocasiona su imagen pública para empezar a ver lo que realmente importa: la música. Si uno logra hacer esto, con una disposición abierta a entenderlo, nos percataríamos que, nos guste o no, el lenguaje artístico de Kanye West es verdaderamente importante.
Álbumes esenciales: The College Dropout, My Beautiful Dark Twisted Fantasy y Yeezus.
The Velvet Underground
De todas las “grandes” bandas del rock clásico, probablemente The Velvet Underground es la más incomprendida. Cuando hablamos de rock de los 60 y 70, vienen grandes nombres a la cabeza. Led Zeppelin, The Doors, The Beatles, The Jimi Hendrix Experience, etc. El problema, es que muchas veces, junto con esos nombres, viene el de la banda neoyorquina apadrinada por Warhol. The Velvet Underground, aunque coincidió en tiempo con aquellas grandes bandas, se tiene que manejar por separado. Tendría que agruparse con los Frank Zappa y los Captain Beefheart, con los bichos raros de aquella generación de leyendas. Creo que el gran error en la concepción de la música de The Velvet Underground es que, como normalmente vienen en el paquete de los gigantes mencionados anteriormente, creemos que su música será tan accesible como la de ellos. Sin embargo, la música del cuarteto liderado por Lou Reed no es fácil, si es que podemos ponerlo de esa manera. El estilo lírico de Reed, sumado con las cualidades lo-fi de sus producciones y sus innovadoras improvisaciones de noise, pueden parecer elementos bizarros a lado de los riffs “Purple Haze” o los gritos de Plant en “Whole Lotta Love”, y es que compararlos por ahí no tiene sentido. Por eso mi argumento al respecto de porqué la agrupación de estas bandas, bajo un mismo paquete, puede ser peligrosa.
El trabajo de The Velvet Underground se debe analizar tomando en cuenta una aproximación artística. No por nada son pioneros del llamado “Art Rock”. Se debe analizar su obra tomando en cuenta la textura y la forma, en lugar de los solos o interpretación vocal. La música de The Velvet Underground dio forma al noise rock, al drone, a los jugueteos del rock con el avant-garde, al cinismo del punk neoyorquino. Alguna vez Brian Eno se refirió al alcance de la influencia de la agrupación con la siguiente frase: “El primer álbum de The Velvet Underground vendió sólo 10 mil copias, pero todos los que lo compraron formaron una banda”. Y es que la música de esta banda que ha vivido en el ocaso del rock va más allá de lo que lograron sus colegas durante la misma época, ya que la influencia de ninguno de ellos se volvió tan vital para alimentar tantos subgéneros de la música alternativa durante tantas décadas. Sin The Velvet Underground no hay Sonic Youth ni The Strokes, e imagen toda la música que no habría sin esas bandas.
Álbumes esenciales: The Velvet Underground & Nico, White Light/White Heat, The Velvet Underground.
Pixies
Comúnmente conocidos en el espectro popular como los intérpretes de “Where is My Mind?”, los Pixies son un caso similar a The Velvet Underground: muy conocidos pero rara vez explorados a fondo. Existe un antes y un después en la música alternativa, trazado por el lanzamiento de dos álbumes de los Pixies, Surfer Rosa y Doolittle. En estos, la banda expone la fórmula que los hizo famosos, el juego de dinámicas fuertes y débiles que sería explotado por bandas como Nirvana y Mogwai unos años después. El origen del grunge se puede trazar a un puñado de bandas, de entre las cuales la más notoria son los Pixies.
La música alternativa de los noventa agarró forma con base al trabajo que la banda realizó entre 1988 y 1989, tomando influencias punk, pop, surf e incluso un poco de Noise, los Pixies desarrollaron una sensibilidad pop que no se había visto desplegada de tal manera en una banda de rock alternativo o indie. Su incapacidad como músicos —no eran para nada unos virtuosos— fue el mejor recurso que tuvieron, ya que así pudieron explorar diferentes aproximaciones para las estructuras, la armonía e incluso los solos. Quedarse nada más en “Where is My Mind?” sería perderse uno de los legados más importantes de la música, ya que al igual que el resto de los artistas de esta lista, los Pixies dieron forma a la música que estaba por venir, expandiendo las fronteras de sus propios géneros.
Álbumes esenciales: Surfer Rosa, Doolittle y Bossanova.