La batería es un instrumento que divide a críticos y audiencias, para unos es objeto constante de bromas (junto con los músicos que la tocan) y para otros es la base de toda buena banda y requiere mayor atención. Independientemente de su “fama” la batería es un instrumento capaz de sorprender. Requiere de una capacidad física mayor para tocarse que cualquier otro instrumento (capacidad física no es igual a complejidad) ya que se utilizan las cuatro extremidades y hay estudios que aseguran que tocarla es como realizar un ejercicio “olímpico”.
shoegaze Ride, después se convirtió en el baterista de The Jesus & Mary Chain -donde no aportó mucho en estudio pero a los que les dio un muy buen toque en vivo- Ride volvió a los escenarios en 2014 por lo que (esperamos) aun quede Loz para rato.
Jimi Hendrix, es por ello que el mundo se olvidó de Mitch Mitchell, quien añadió elementos de jazz fusión al rock psicodélico con gran resultado. Sus redobles son complejos y requieren de una gran técnica, su estilo está lleno de influencias africanas y gran uso de polirritmia. Hendrix lo opacó, sí, pero Mitchell estaba a su nivel pero en otro instrumento.
Joy Division se transformó en New Order (debido al suicidio de Ian Curtis), sus programaciones fueron clave para el éxito de la banda.
Las 100 mejores canciones escuchadas en 2016 son una muestra de que la melodía nos une a través del tiempo y del espacio; te invitamos a escucharlas y a sumergirte en la nostalgia de un año que termina.