En todas los lugares y culturas del mundo es posible encontrar tambores, ya que son uno de los instrumentos musicales más antiguos, creados por el hombre junto con los de viento. Existen evidencias de su existencia desde el 6 mil a. C. Son utilizados para la creación de canciones de casi todos los géneros musicales, por ejemplo, las bandas de rock, punk y heavy metal no serían lo mismo sin la batería y tampoco causarían la misma felicidad que sienten la mayoría de las personas al escucharlas. La música es un arte y un derecho humano, pues nos trae una sensación de serenidad y calma, incluso los géneros pesados y estridentes. Pero cuando hablamos de los beneficios de tocar, un instrumento de percusión tiene ciertamente la ventaja para impactar positivamente la salud mental, física y emocional en el día a día. Los tambores, por ejemplo, ofrecen grandes oportunidades al tocarlo y tampoco se necesita muchísimo dinero para aprender a interpretarlos.
Las personas que han decidido ser percusionistas tienen cerebros fundamentalmente diferentes que el resto, pues quienes comienzan a tocar desde temprana edad o mantienen esa actividad durante un largo tiempo se convierten en una experiencia de aprendizaje constante que aumenta el desarrollo del cerebro, mejora la memoria verbal y fortalece la capacidad de lectura, que da como resultado procesar y absorber mejor la información que se lee.
https://www.youtube.com/watch?v=EdZngbpdYpI
El neurocientífico David Eaglemans descubrió, en una investigación que realizó con varios bateristas profesionales, que existía una gran diferencia estadística del tiempo entre los que tocaban el instrumento y los que no. “Ahora sabemos que hay algo anatómicamente diferentes sobre ellos. Su capacidad para mantener el tiempo les da una comprensión intuitiva de los patrones rítmicos que perciben a su alrededor”, afirma Eagleman. Es decir, aprender a tocar este instrumento no sólo mejora la capacidad de escuchar los detalles, sino que los hace más hábiles incluso para sus conversaciones diarias y no sólo para crear ritmos. En ese sentido, su oficio de músico influye positivamente en sus habilidades sociales e intelectuales.
Otros estudios también han demostrado que tocar instrumentos de percusión puede aliviar el dolor e impulsar las emociones positivas. En efecto, la mayoría de nosotros sabemos que la música desempeña un papel importante en nuestras respuestas emocionales, gracias a la endorfina que segrega el cerebro con dicha actividad y que tiene como función estimular las áreas cerebrales que producen placer. Asimismo, es una sustancia que se libera naturalmente cuando nos lastimamos, pues inhibe o disminuye la sensación de dolor. En todo caso, al simplemente escuchar música o realizar actividades musicales de baja energía no se obtiene el mismo nivel alto de endorfina que al tocar activamente los instrumentos de persecución.
¿Quién no cuando se siente estresado quisiera golpear cosas? Bien, pues se puede hacer algo similar con la mayoría de los instrumentos de persecución. Tocar la batería se utiliza como terapia, ya que reduce notablemente los niveles de cortisol, la hormona del estrés. En todo caso ayuda a que la presión arterial y la frecuencia cardíaca bajen a un nivel saludable. Al crear y sincronizar un ritmo permite liberar las preocupaciones y se convierte en una salida de las emociones negativas, ya que la mente, el cuerpo y espíritu se conectan.
Fragmento de la película Whiplash (Damien Chazelle, 2014)
Un estudio de 2001 publicado en la revista científica Alternative Therapies in Health and Medicine demostró que crear música mejora la respuesta inmunológica (aumento de la actividad de las células asesinas naturales), por lo tanto nos ayuda a combatir los virus causantes de diversas enfermedades.
Con el hecho de moverse para realizar música con instrumentos de persecución, ya sea desde tambores de mano hasta la batería —que implica además mover los músculos de las piernas—, se pueden quemar hasta 270 calorías por hora, por lo que esta actividad parece una opción efectiva para perder peso. El movimiento repetitivo para tocar los tambores, combinado con la resistencia de hacerlo por varias horas, constituye a fin de cuentas un asombroso entrenamiento, un beneficio y razón más para atreverse a hacer música con este tipo de instrumento o admirar el gran trabajo de los percusionistas.
***
Nunca es tarde para comenzar a tocar algún instrumento y obtener diversas habilidades. Y para crear música siempre habra alguna fuente de inspiración, como la banda que utiliza las matemáticas y el misticismo para componer sus canciones.