¿Quién no ha sido víctima de su masoquismo al escuchar en modo repetitivo esa canción que nos duele y cala hondo? Seguro que a todos nos ha pasado: reproducir esos filos melódicos que atraviesan las heridas de nuestra alma, pues aunque parezca absurdo y contradictorio, la única manera de sanar es confrontar el dolor.
Es así como encontramos en esa canción un remedio agridulce que nos lleva a superar, aceptar o sublimar el acontecimiento desafortunado, la experiencia desagradable o la situación perturbadora de la que parece que no podemos escapar. Claro, la música no es la cura por sí misma, sino es el oyente quien la aprecia y se identifica con el baile de su letra, y como invitado en el banquete musical bebe de su sedante hasta que su mente y el tiempo, su aliado, cicatricen las heridas.
No debemos olvidar lo que significa una canción que aparentemente es triste y que nos llega al alma: quien la escribió transformó su herida en una hermosa cicatriz que nos demuestra que es posible sanar y que, además, ésta puede generar luz para otros. Así que a continuación te compartimos cinco canciones que te ayudarán a curar las llagas del alma.
1. ‘Please, please, please let me get what I want’ – The Smiths
https://www.youtube.com/watch?v=95Vj9F9v_dY
El hecho de que Morrissey siga vivo, pese a las dificultades por las que atravesó, nos demuestra que no importa cuánta penumbra exista en nuestra vida, si él encontró los motivos para seguir, cualquier persona lo puede lograr. Esta canción desgarradora y simple es una plegaria desesperada de cuando se ha perdido la fe en sí mismo, en los sueños y en el porvenir que cuelga de un último y anónimo deseo.
2. ‘Hope there’s someone’ — Antony and The Johnsons
Si de oscuridad se trata, esta canción te lleva al sitio más desolador que sólo se halla dentro de nosotros. Su letra habla de la necesidad por tener a alguien que nos cuide cuando esa sombra nos conduzca hacia la muerte; sin embargo, lo que nos eriza la piel y nos hiela la sangre es el lamento largo del vocalista antes de terminar la melodía.
3. ‘Amy’ — Ryan Adams
Comparara a una mujer con un hermoso jardín del cual tuviste que alejarte pero aún amas, es hablar de la esperanza que se siente de un día ser correspondido, de aquellos sentimientos que nos hacen humanos y de cómo el amor nos provoca un dolor insoportable.
4. ‘The end of the world’ — The Carpenters
Esta versión superó a la original de Skeeter Davis por una sola razón: la voz de Karen Carpenter. Ideal para pensar que todo lo que hay en el Universo debería desaparecer junto con nuestra existencia. Algo que parece la única solución cuando alguien nos ha dejado de amar y todo a nuestro alrededor se vuelve gris y carente de sentido.
5. ‘Hallelujah’ — Jeff Buckley
La grave y profunda voz de su autor Leonard Cohen, acompañado de su coro, la letra que narra sobre el rey David y la historia de Sansón y Dalilah, hacen que la versión original te transporte a ese cielo en el que casi es posible contemplar a Dios; sin embargo, Jeff Bucley, con su voz y su rango de cuatro octavas y media, convierte a esta canción sobre los relatos bíblicos en meras referencias para hablar del amor que duele, del frío que recorre nuestra espina dorsal y del roto aleluya.
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Si quieres conocer a nuevos grupos que se conviertan en tu manera de confrontar el dolor, entonces descubre a las bandas que podrían convertirse en los nuevos Strokes de nuestra generación. Además, los gustos culposos por fin tiene una explicación: 5 razones por las que una canción mala nos gusta de manera inconsciente.