Giovanni Sartori es un investigador de las ciencias sociales y políticas, y en uno de sus libros más importantes, Homo Videns, la sociedad Teledirigida, nos hace reflexionar sobre el momento de encontramos en plena y rapídisima revolución multimedia. Cosa ya para nada nueva en esta nuestra generación. Vivimos un proceso que tiene numerosas ramificaciones (Internet, computadoras, teléfonos inteligentes (a veces más inteligentes que sus usuarios), y un largo etc. de dispositivos móviles y que, sin embargo, nos caracterizan con un común denominador: una forma de vídeo-vivir. Centraremos nuestra atención en la televisión, y la tesis de fondo que nos hace ver Sartori es que el vídeo está transformando al homo sapiens, producto de la cultura escrita, en un homo videns para el cual la palabra está destronada por la imagen. Todo acaba siendo visualizado. Pero ¿qué sucede con lo no visualizable, que es la mayor parte? Así, mientras nos preocupamos de quién controla los medios de comunicación, no nos percatamos de que es el instrumento en sí mismo y por sí mismo lo que se nos ha escapado de las manos. Lamentamos el hecho de que la televisión estimule la violencia, y también de que informe poco y mal, o bien de que sea culturalmente regresiva como ha escrito Habermas.
Obviamente, dicha interconexión y muta dependencia hace de cualquier problema una especia de pandemia digital. Claramente todas estas teorías son más complejas que lo que podamos decirles en unas cuántas líneas. Sin embargo, sociólogos no dejan de coincidir en que la posibilidad e interacción en redes sociales no tiene límites en ningún nivel. Lo único en lo que nosotros podemos pensar es en canciones para habitar en la aldea global.