En una lucha sin otras armas más que su propio pensamiento y la fuerza de su convicción, un grupo de mujeres se enfrentó a su opositor y dictador de aquel entonces, para exigir de manera pacífica la abolición de un periodo bajo el que decenas de féminas, consideradas “el sexo débil” en toda la extensión de la palabra, eran privadas de los derechos que los hombres sí gozaban a diestra y siniestra.
Durante el siglo XVIII comenzó esta “revolución” feminista que buscaba ganar el derecho al trabajo, la capacitación profesional y la educación. Esta ola estaba empapada de un deseo inmortal de obtener igualdad y reivindicación ante la oportunidad de ampliar el pensamiento de cada mujer que combatía la lucha. El Siglo de las Luces fue precisamente la pequeña llama que impulsó el cambio que todas ellas buscaban, pues a pesar de que muchos intelectuales desplazaban a la mujer, hubo otros que les tendieron la mano, o más bien un poco de tinta y papel, para comenzar a plasmar en letras lo que algún día podía llegar a titularse “Cuaderno de Reformas”.
De la mano de esta primera ola, se avecinaba una segunda corriente sobre la que nadaba, principalmente, la lucha que asentaría las bases del derecho al voto de la mujer. Desde inicios del siglo XIX hasta la década de los 50, retumbaron los suelos de las ciudades donde cientos de hombres y mujeres se reunían para levantarse en movimientos que reclamaban la independencia de la mujer, tanto de padres como de maridos, que decidían por ellas, impedían su desarrollo laboral y profesional y por supuesto, sublevaban su opinión y pensamiento.
El intento por pertenecer a un mundo sufragista trajo a la mesa una ola de debate y oposición por parte de varios organismos, como la Iglesia y la política. Sin embargo, se ganaron algunas batallas de esta guerra, consiguiendo que en 1880 la mujer tuviera admisión a algunas aulas universitarias, reformando a toda una generación que promovía la extensión del sufragio social, económico y político de la mujer. Pero no fue sino hasta el 27 de julio de 1954, basándose en el Artículo 21 de la Declaración de Derechos Humanos, que se hizo explícito el derecho de las mujeres al voto y su acceso a cargos públicos.
Así fue como la segunda ola feminista arrasó con todos a su paso para defenderse, sin embargo, el movimiento sufragista y defensor del sexo femenino no pararía hasta sentirse completamente, o casi, liberadas de los estigmas socioculturales que aún las perseguían. Las dos olas anteriores fueron encabezadas por ciertas mujeres que tuvieron la iniciativa de guiar a sus seguidoras a un mundo más parecido al que hoy habitamos mujeres y hombres; en un tercer intento por consumar todo por lo que se venía luchando desde el primer día, llegaron otras mujeres, líderes, íconos y artistas que aprovecharían la plataforma que la música significaba para llegar a las mentes de grupos masivos, esperando ser guiados.
Literalmente, todas estas chicas que decidieron unirse para celebrar un motín que animara a otros grupos a reivindicarse contra la represión, el acoso, el racismo y por supuesto, el machismo, recibieron el nombre de “Riot Grrl”, que podría entenderse como “motín de chicas”, a partir de ahí, bandas y solistas como The Runaways, The Slips, Patti Smith, de los 70, y Mecca Normal o Sugar Baby Doll, de los 80, fueron las protagonistas del mundo musical de la época y quienes activaron ese botón que encendería las butacas de quienes escuchaban lo que contaban al público en el micrófono para crear empatía y compartir un fin común: unirse a la tercera ola feminista. Inteligentemente, las letras de estas activistas proponían esta revolución en cada una de sus estrofas ¿tú recuerdas alguna de éstas?
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‘Rebel Girl’ – Bikini Kill
“When she talks, I hear the revolution,
In her hips, there’s revolution”.
“Cuando ella habla, escucho la evolución,
en sus caderas viene la revolución”.
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‘Bruise Violet’ – Babes in Toyland
“You see the stars through eyes lit up with lies,
You got your stories all twisted up in mine”.
“Tú ves las estrellas a través de las mentiras que iluminada tus ojos,
tú armas historias torcidas para mí”.
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‘Throwaway’ – Bratmobile
“Who the hell are you anyways?
I don’t know, I don’t care anymore”.
“¿Quién diablos eres tú?
No lo sé y no me importa en lo absoluto”.
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‘Whats Yr Take On Cassavetes’ – Le Tigre
“What’s Yr Take on Cassavetes?
Genius? Misogynist? Alcoholic?”.
“¿Cuál es tu opinión de Cassavetes?
¿Un genio? ¿Un misógino? ¿Un alcohólico?”.
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‘Divine Hammer’ – The Breeders
“I’m just looking for a faith,
Waiting to be followed”
“Solamente busco la fe,
esperando ser seguida”.
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‘Can I Run’ – L7
“When he’s following me,
He’s not my brother, he’s my enemy”.
“Cuando él me esta siguiendo,
no es mi hermano, es mi enemigo”.
El movimiento feminista que agitaba al mundo esta vez fue forjado por múltiples bandas y decenas de canciones que expresaban las premisas de lo que querían alcanzar, pero las chicas de Bikini Kill han sido consideradas desde entonces como las precursoras del movimiento, pues fueron las primeras en utilizar el término “Riot Grrrl” en su publicidad. La historia de estas dos palabras se la debemos a Jane Smith, quien después de un trágico evento en donde la policía de Washington disparó a un inmigrante salvadoreño, exclamó: “¡We need to start a riot grrrl!”.
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‘Complicated’ – Heavens to Betsy
“I don’t know how to be good to you,
You’re too close and you know it too”.
“No se cómo ser buena contigo,
estás demasiado cerca y lo sabes”.
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‘She’s Amazing’ – Team Drench
“She’s amazing her words save me,
She holds her head and it’s truth”.
“Ella es increíble, sus palabras me salvan,
ella sostiene su cabeza, es verdad”.
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‘Fontanelle’ – Babes in Toyland
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“Yeah Yeah Yeah Yeah” – Bikini Kill
Álbum
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‘Love Thing’ – Bratmobile
“Admit it, innocent little girls
Turn you on don’t they?”.
“Admítelo, las pequeñas niñas e inocentes te excitan,
¿no es así?”.
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“Personal Best” – Team Drench
Álbum
Así fue como el punk rock trajo algo más que conciertos y fans, el movimiento comenzó a fluir por su valor artístico, pero sobre todo, por la influencia histórica que llevaba. Y esto no es cosa del pasado, pues hoy en día bandas como Le Butcherettes, The Gossip y Free Kitten continúan emblematizando la memoria de estas luchadoras y el futuro de las que siguen en pie.
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‘Dig Me Out’ – Sleater Kinney
“What do you want, what do you know?
One to get started, three ’til we go”.
“¿Qué es lo que quieres? ¿Qué sabes?
Uno para empezar y tres para irnos”.
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“Real Damage” – The Gossip
Álbum
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“A Raw Youth” – Le Butcherettes
Álbum
Mas allá de ganar o perder, la tercera ola feminista se caracteriza por entender que no sólo existe un modelo femenino único e inamovible, la realidad es que habemos mujeres con valores, pensamientos, circunstancias, pasados, oportunidades y opiniones distintas u opuestas, que indiscutiblemente deberíamos apoyarnos y sobre todas las cosas, respetarnos unas a las otras, tal vez ésa sea la llave que abriría una necesaria ola feminista número cuatro.
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