Viajar a Coachella no es sólo ir a ver a las bandas, es una experiencia completa que se vive desde el anuncio del cartel meses antes; se convierte en un ritual: la expectativa alrededor de la premura por comprar los boletos, el viaje, los amigos, el outfit, y una vez que se siente la brisa californiana te vuelves parte de la tradición en la que se ha convertido el festival.
Coachella se vive de muchas formas, pero ninguna como ser EL fan: viajar con tus amigos y pasar juntos todo lo que implica ser parte de uno de los mejores eventos de música y arte.


Este año, el segundo fin de semana de Coachella está contado a través de los ojos de un fan quien registra las historias que se van tramando durante el recorrido y durante la estancia en el Empire Polo Club, de Indio, California.

Nuestros fans de Vans México y Vans Girls México han recorrido kilómetros para llegar a California; ahora tienen de frente una infinita carretera en la que el camino se ve marcado por autos decorados de todas las formas, el objetivo: hacer del auto otro acompañante vestido de colores, rehiletes, globos, letreros y flores, muchas flores.


La competencia es el Carpoolchella, una de las actividades previas al festival; cada auto es decorado entre amigos quienes también se disfrazan con pelucas, sombreros y pintura, y es que a lo largo del camino hay jueces observando cada vehículo para elegir el más original. El premio: entradas de por vida al festival para los afortunados a bordo del auto seleccionado.
Hasta aquí la primera parada de ¿cómo vive un fan Coachella? Pronto, más información de este caluroso viaje…



viernes, 19 abril
El crew de Vans sigue en Coachella y ahora presenciaron algunos números de bandas que demostraron ser mejores en el escenario que en una placa de 12 tracks. Un ejemplo son los Palma Violets, un grupo inglés que, a ojos de los fans-vans, suenan mejor que en una grabación; con gran fuerza y notablemente divertidos, lograron conectar con el público.






Fotografías por: Jaime Fernández