Durante siglos la música ha representado emociones del humano como si fuese un codificador de un lenguaje que está más allá de su entendimiento. A veces las personas se siente tristes o felices con tan sólo escuchar una canción, debido a que las frecuencias recorren cada parte del cuerpo hasta llegar a la más desconocida, el alma. La música, es bien sabido, puede abrirte y cerrarte puertas, sobre todo cuando entiendes por qué escuchar todo tipo de música te hace más inteligente e interesante.
Hay quienes han usado la música para fines no culturales. En el Medievo casi todo el arte era dirigido a la Iglesia y la música principalmente se usaba para exaltar la belleza divina, por lo que el desarrollo de esa época buscó escalas que armonizaran y denotaran la belleza de lo incomprensible, mayormente escalas mayores que hicieran sentir espacialidad y tranquilidad a los oyentes.
El control de la iglesia sobre la música fue lo que moldeó el oído y ambiente sonoro. Si no hubiese sido así, posiblemente tendríamos sinfonías con disonancias parecidas a las de Wagner, y aunque hoy tenemos géneros como el noise y el no wave, en realidad no son géneros que gocen de gran popularidad entre los melómanos del mundo. Sin embargo, las disonancias no siempre han sido poco útiles para los intérpretes y compositores. En la cultura pop las disonancias son el pilar de dos grandes géneros y aunque su uso se hizo común por pura coincidencia, representó la ruptura entre las armonías y armaduras convencionales para comenzar a revolucionar la forma de hacer música. ¿Por qué tardó tanto en llegar las disonancias a la música? Simplemente no es que no estuvieran, si no que era popular. Pero hubo una especial que fue la que la da vida a las notas del blues y heavy metal llamado Tritono o Diabolus in música. El Tritono es un acorde con mucha angustia con texturas ásperas, todo lo contrarió a los acordes mayores, por lo que la iglesia prohibió en el medievo el uso de este tipo de acordes, ya que se pensaba que se invocaba al diablo al causar un ambiente de angustia y atemporalidad.
El tritono se mantuvo oculto por siglos. Algunos músicos lo usaron, pero fueron censurados y tachados de paganos. Todo cambió exponencialmente cuando Black Sabbath hizo retumbar los cimientos de la música moderna con su tema “Black Sabbath”, en clara alusión a la oscuridad y la figura del mal. El guitarrista, Tommy Iommi, usó una afinación distinta a todos los liros de la época y el tritono le dio justo lo que necesitaba para sobresalir entre todos los rockeros del momento y crear un nuevo género: el heavy metal.
A partir de ese momento el sonido del diablo dominó los acordes y riffs de la mayoría de las piezas del metal. “Enter Sandman”, de Metallica; “Child In Time”, de Deep Purple; “Dazed and Confused”, de Led Zeppelin, y “War Pigs”, de Black Sabbath son otros de los grandes ejemplos.
El diabulus in musica, a primera vista, parece un combinación bastante compleja, pero en realidad es muy simple: se trata del uso de una cuarta aumentada o quinta disminuida, más una séptima al final. Otra opción más simple es tocar la sexta cuerda de una guitarra y después tocar el sexto traste. Hazlo y, musicalmente hablando, estarás invocando al diablo.
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El diablo es una figura elemental de la humanidad en su proceso de formación teológica y cosmogónica. En el cine ha tenido un protagonismo constante. Si no lo crees, lee sobre estas películas.