Mucho se habla de ideas para tener un detalle especial con una persona que también lo es. Sabemos que las cosas materiales pierden importancia cuando los sentimientos hacen explotar al pecho. Cuando todo es poco y las palabras no alcanzan es hora de echar mano de otros recursos tales como poemas, libros y por supuesto: canciones para asegurarte de bordar por siempre un recuerdo que lleve tu nombre.
Esta vez es hora de dar un paso más allá y romper todo tipo de expectativas. Si vas a hacer algo diferente tienes que hacer que valga la pena, que se note el tiempo invertido y sobre todo las ganas. Que se note ese deseo de salir del disco básico de los Smiths, de dedicar por enésima vez la misma canción o enviar el mismo video ñoño por e-mail.Con este listado te damos por lo menos 10 ideas que serán infalibles para regalar al amor de tu vida. Discos que hablan sobre amor, corazones rotos que al final han sido reparados, caminos tortuosos que conducen a las más dulces de las mieles y experiencias sexuales que te hacen aterrizar en un planeta desconocido.
Gustavo Cerati – Amor amarilloHoy, este disco es uno de los trabajos consagrados del líder de Soda Stereo. Pero nadie hubiera imaginado lo que un día el compositor dijo: Una vez vi un CD mío a diez pesos. Me dio vergüenza y me lo llevé”. El tiempo le ha hecho justicia a la placa que, además de estar inspirado en la llegada de su primer hijo, Benito, también tiene mucho de influencia británica y su música electrónica de comienzos de los 90 y dream pop. Cerati a su forma, mezcló también ideas de psicodelia y folk no sin dejar fuera el sonido que invadía la Argentina de los 80.
Jack White – Lazaretto
Otro debut de un grande de la música contemporánea. Jack White vino con este disco a mostrar que en solitario aún queda mucho más por descubrir de él y sus capacidades en un escenario. Regalar este disco es un detalle perfecto, pues en cada una de las letras, se escucha a un White melancólico, claro, hablando de amor pero acompañado de tantos instrumentos tan fuertes que le da una forma distinta a todo lo que hayamos escuchado antes sobre sentimientos de nostalgia y arrebato.
The National – Cherry Tree
Con este disco, la banda marcó un punto clave en el desarrollo en el desarrollo de su carrera, pues aprendieron a aprovechar adecuadamente las canciones tristes y el dolor ajeno por amores incomprendidos. Aunque estos temas quizá no sean los ideales para regalar a alguien que amas, funciona como terapia de catarsis para entonces quitarte todos los fantasmas del pasado, pues al terminar el último acorde, estás listo para lo que sea. Cherry Tree tiene el poder de crear en el corazón un nuevo telón para que vuelva a ser levantado, listo para una nueva función.
The Black Keys – Thickfreakness
¿Recuerdan el sonido de este dúo antes de meterse en terrenos pop? ¿Recuerdan cuando creíamos que eran fieles herederos de The White Stripes? Dan Auerbach y Patrick Carney con este disco prometían un sonido netamente americano que marcó la mejor etapa de su carrera. Ya con algunos discos precedentes que les habían servido como lecciones, Thickfreakness fue una gran aventura, una inolvidable para muchos. Sin lujos narrativos o acentos futuristas, trabajaron la esencia de la psicodelia y el folk en cada uno de sus temas. Qué grandes recuerdos…
Pulp – This is Hardcore
Hablar de amor no sólo se trata de sentimientos, amor también es algo físico, sexual y provocativo. Tal como este disco en el que Jarvis Cocker y compañía se concentraron en un ambiente oscuro, por demás sexual e incluso conflictivo. Un disco que en resumen es soberbio gracias la búsqueda de madurez por parte de la banda.
My Morning Jacket – Z
Sí, MMJ tiene grandes y fabulosos discos, pero imaginen la importancia de éste cuando aseguramos que es el mejor de su carrera, en Z lograron tener un sonido como nunca antes: íntimo y solemne a la vez con baladas que parecían no tener fin, baladas reconfortantes. Al mismo tiempo, juegan con una dualidad entre un desastre glorioso y un extraño casos en el que Jim James y el resto de la banda rebotaron todo tipo de ideas concentradas en la esperanza y los milagros que nunca se sabe cuándo van a suceder. El resultado de todo lo anterior, es “Off The Record” convertido en un himno moderno.
Travis – Invisible Band
Cuando nos ponemos a pensar en la carrera de Travis siempre habrá por lo menos una canción que te remita a ellos. Una banda que ha viajado en el inconsciente colectivo desde 1993 hasta el día de hoy, una banda que sabe hacer pop y lo borda a mano, una banda que, por lo menos, abarca tres generaciones y pareciera que el tiempo no pasa por ellos. Si algo saben hacer es música melódica y cálida con un toque de dramatismo para aquellos que perdemos la esperanza de vez en cuando y necesitamos refugiarnos en un lugar seguro. Travis ha logrado lo que pocos: permanencia. Sus mejores años fueron los 90 y se atrevieron a atascarnos de ese pop que debería de tomarse tan en serio como se hace con el rock and roll.
Father John Misty – I Love You Honeybear
Así de fácil como nacen las historias de amor, pueden convertirse del mismo modo en la peor de las pesadillas. Este disco en el que Misty empodera (una vez más) al hippie reloaded y romántico es un fiel retrato de todas las etapas del amor por las que pasamos, desde una profunda admiración por el otro: idealización, obsesión e incluso autoflagelación, todas ellas camino a encontrar al “amor verdadero” a ese que se pretende sea para toda la vida. Cada una de las canciones, son la mejor forma de enamorar a quien sea, hasta al corazón más resistente a la miel.
Yo La Tengo – Prisoners of Love
Prisoners of Love es una retrospectiva de de Yo La Tengo y en ese entonces, sus 18 años de estar haciendo música. La simpleza y armonía de su sonido más las muchas lecturas del significado de sus letras, hacen de esta banda de culto una pieza musical atemporal. Dicen los expertos que esta banda es una especie de mezcla perfecta entre R.E.M y El Jefe, Bruce Springsteen. Quien regala un disco de Yo La Tengo, y en especial este, es muestra irrefutable que más que un fan de la música, es un gran amante.
Bon Iver – For Emma, Forever Ago
Algunos estudios psicológicos afirman que cuando una mente cae en la más profunda de las presiones, tiene el poder de cobrar una perspectiva totalmente distinta a la del resto del mundo prácticamente sobre lo que sea. Ese es el caso de Justin Vernon que
tras una ruptura sentimental, la disolución de su anterior banda y la lucha contra una enfermedad -mononucleosis- decidió encerrarse durante un invierno en una cabaña en la montaña para reflexionar y componer canciones para sí mismo
, de ahí el nombre a esta faceta: Bon Iver -buen invierno-. Este es un disco tan personal y tan auténtico que dejó al mundo entero con la boca abierta y con el alma desnuda.
