Es casi incontable la cantidad de personas que sueñan con probar las mieles de la fama, tener los reflectores de frente y a un público ensordecedor coreando al unísono su nombre; y mientras construyen este anhelo, imaginan el escenario perfecto, cierran los ojos para visualizar ese momento; sin embargo, quizás ése sueño no sea tan bello como lo pudieran pensar.
Cuando la fama los alcanza existen dos opciones: lo asimilan o se dejan llevar. Algunos artistas durante su camino han perdido el piso, se han encerrado en laberintos sin salida como los excesos o simplemente han dejado de lado la motivación que los orilló a hacer música. Inevitablemente, llega el declive en sus carreras, pues generan proyectos que no funcionan y al final terminan cayendo en el mar de olvido del que muy pocos pueden salir.
Por esta razón, Carla Morrison antes de crear y lanzar su material “Amor Supremo” se tomó un periodo de descanso para replantear su vida y su carrera. Creyó que lo más sano era alejarse un poco del alboroto y regresar al estudio con nuevas ideas, retomar el motivo principal que la encarriló a hacer música: ser parte del playlist de vida de muchos de sus fans.
“Es importante que la gente se mantenga interesada, por eso busqué la manera de reinventarme, haciendo música de calidad “.
Empezó su carrera en el 2006 en distintas bandas de covers. En el 2009 lanzó su primer EP “Aprendiendo a Aprender” que se hizo popular al ser parte de la banda sonora de la serie “Soy Tu Fan”; después, vio la luz su segunda producción de corta duración “Mientras Tú Dormías” producido por Natalia Lafourcade. Colocó éxitos como ‘Compartir’, ‘Yo sigo aquí’ y ‘Pajarito del amor’ en la radio nacional y en el gusto de la gente que desde ese momento no ha parado de apoyarla.
Morrison se describe en estos momentos como una mujer fuerte, más tranquila, madura, que se preocupa menos y que se ha liberado de la presión de vivir observada todo el tiempo. Fue en Las Playas, Tijuana el lugar donde decidió pasar un tiempo de tranquilidad, armonía y buscando su paz interior. A su lado estuvieron Alejandro y Demián Jiménez con quienes logró darle una nueva identidad a su música; sin perder su estilo encontró un nuevo sonido utilizando sintetizadores, algo muy diferente a lo que había hecho anteriormente.
“Me liberé de la presión de estar siempre observada, aprendí mucho de mí”.
Pasó más de ocho meses preparando “Amor Supremo”, la producción en la que ha tardado más tiempo y es uno de los resultados más satisfactorios a nivel personal para Carla, pues ahora funge como artista independiente y ahora es responsable de todos sus movimientos. A pesar de la evolución de sus canciones no cambia el cometido de motivar a sus fans para que se reflejen en cada una de sus letras al inspirarles un sentimiento único.
“Estar en el escenario me libera y me emociona, es un momento perfecto de reflexión”.
Para ella la música no sólo es un negocio o un trabajo, realmente la disfruta e incluso, invierte su tiempo para acercarse a otros shows como público para aprender de la gente que admira, cotejar otros movimientos y ver de qué manera puede nutrir lo que ama, cantar y conmover a sus seguidores.
Carla Morrison tiene en mente mantenerse en el lugar que ha ganado en la escena musical en México,el mayor reto que enfrenta actualmente. Está consciente de lo difícil que puede ser conseguirlo, pero después de su reciente producción sabe que deberá reinventarse para tener a la gente interesada en su música, mejorar la calidad en cada producción y no hacerlo al aire, aterrizar cada una de sus ideas y seguir inspirando a muchas más personas.
Durante su periodo de descanso en Las Playas se dedicó a escuchar la música que la llevó a construirse un lugar dentro de la industria, entre tales inspiraciones están las producciones de Lenny Kravitz, 311, The Beach Boys y The Smiths, siendo ‘Amber’ de “311” la canción que mejor podría describir esos momentos de reflexión, donde aprendió a cocinar, se encontró con el budismo y consiguió regresar a su origen para darle un mejor sentido a sus canciones.
Durante su estancia en Tijuana el séptimo arte también la cobijó y fue “Interestelar”, cinta de Christopher Nolan, la que le ayudó a darse cuenta lo importante que es regresar al origen de todo y no sólo tenerlo en mente, sino hacer algo para conseguirlo.
Carla Morrison presentará los días 24 y 25 de febrero en uno de los recintos más íntimos y con mayor historia de la Ciudad de México, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde asegura que tendrá un setlist variado, desde sus primeras cancione hasta su más reciente disco; además, tendrá músicos invitados con los que generará momentos inolvidables para los asistentes.
La fama sólo la ayudó a encontrarse consigo misma y ha utilizado su talento, así como la popularidad que ha alcanzado para seguir disfrutando y amando la música.