La revista Creem usó el término “Punk Rock” en 1971 para referirse a la banda Question Mark & the Mysterians. El sonido de la banda era distinto al de lo que se había escuchado antes; más rápido y crudo. Creem tuvo que darle una nueva descripción para referirse a esta banda conformada por integrantes de origen mexicano. Es como si el punk y México estuvieran destinados a unirse desde el principio.
El punk mexicano es muy distinto y a la vez muy parecido a lo que se puede observar del punk estadounidense o inglés. Con un origen que data desde la primer década del siglo XX con el movimiento dadaísta, el punk se fue gestando hasta que nació formalmente en los años setenta. En México la cultura es tan grande que es casi imposible abarcarla en su totalidad.
En palabras de NACHO, del colectivo El Real Underground:
“A México llega a fines de los setenta por ahí de 1977 u 1978 y llegó por medio de los chicos de clase alta del D.F. Ellos tenían dinero, viajaban por Europa y Estados Unidos, lo que les permitió ver la escena y cómo se movía. De ahí salen bandas como el Dangerous Rythm o Size: los primeros momentos del punk aquí. Sólo fue música, no había escena ni movimiento”.
Dangerous Rythm se convertirían en Ritmo Peligroso, haciendo uso de sonidos latinos y rápidamente dejando el Punk de lado, pero su inicio fue esencial para la escena, que más que ideológica, era totalmente musical. Size suena justamente como una banda punk anglosajona, pero gracias a ellos, la música fue escuchada por gente de barrios marginados del Distrito Federal. Una país centralizado como lo es México vio el desarrollo del punk en la capital, pero pronto las ciudades fronterizas con Estados Unidos, en especial Tijuana, se vio influenciada por el vecino del norte, Solución Mortal, Los Negavitos y Black Market son muestra de ello.
https://www.youtube.com/watch?v=LjfXBEXnPGo
Punk, el sonido del hazlo tú mismo o DIY. Rebelión, enojo e indiferencia. En México eso se tradujo en algo más, cómo lo dice WARpig:
“… es muy chingón escuchar a un grupo de cabrones tocando en una rola que dice: “Señor general chingue usted a su madre, no me venga con esas mamadas” (…) eso te inspira a que tú también lo hagas. Si analizas las canciones de las grandes bandas de punk, como Bad Religion, te darás cuenta de que tienen unas pinches letrotas (…) En México tenemos la gran desventaja de que no hay grandes escritores de rolas de punk, hay tres cosas que predominan: policía, represión y pobreza. Y siempre estás escuchando lo mismo: “Yo soy pobre y los ricos tienen todo lo de los pobres”. Cuando lo escuchas más de 20 veces da hueva”.
A pesar de todo, el punk se consolidó en México. Se expandió por toda la república gracias a los fanzines. Estas revistas independientes, a veces parecían folletos, otras veces era una simple hoja en la que las recomendaciones y más eran publicadas. Fueron circulando de mano en mano, de boca en boca; algunos grupos comenzaron a llamar la atención, otros no del todo. Del punk mexicano podemos escuchar a Atoxxxico, Histeria, Massacre 68, Rebel’DPunk, Caos Subteraraneo, MELI, SS20, Antigobierno, Las Ultrasónicas, Vomito Nuclear, Espécimen y muchas más.
La ideología del punk va más allá de los cabellos en punta, la ropa de obrero y el estereotipo clásico del rebelde sin causa a favor de la violencia. A pesar de que muchos visten y llevan un estilo de vida “purista” punk, mucha gente toma los elementos de anarquía, DIY y más para ajustar sus reglas e ideología. Es por eso que hay punks veganos, hay bandas como Youth of Today conformada por krishnas y más. El punk trasciende la música y eleva el espíritu, es una especie de alienación a la inversa, una vez que lo conoces es como abrir los ojos, y al hacerlo, volver a cerrarlos es bastante difícil.
Entre colectivos, fanzines y bandas transformaron el punk en México y lo hicieron algo único. Al ser de estratos marginados, pronto se dieron cuenta que unidos vencerían y es por eso que la escena punk es una de las más solidarias, llenas de apoyo mutuo y viva, muy viva. Desde aquellos días en que la glorieta de Insurgentes era el foco de concentración punketo, y que el concierto organizado por el colectivo Cambio Radical Fuerza Positiva cimbró en la sociedad mexicana diciendo “somos punks, no somos lo que creen, miren y aprendan” esta contracultura ha crecido notoriamente.
Hoy, con las redes sociales, con facilidades para grabar demos y discos enteros, el punk continúa moviéndose en las entrañas de las ciudades mexicanas. Punkeando es un colectivo enfocado en apoyar a la escena del punk y el skate. En pocos años han logrado formar una comunidad de miles de entusiastas del género. Aquí No Hubo Escena es quizá el más famoso de los nuevos promotores de punk en México. Organizando tocadas en cualquier lugar, desde vecindades, bodegas y más, han logrado descentralizar la escena musical de la Ciudad de México e incluso buscan llevar las propuestas a otras ciudades.
También está Violencia River, quienes han encontrado en la esencia del punk la forma de organizar sus conciertos. Tocadas DIY, honestidad con las bandas, apertura de géneros y más. Poco a poco Violencia River está cambiando la forma de escuchar a las nuevas agrupaciones, incluso han trascendido del punk para incluir a cualquiera que tenga esa pasión primaria por crear algo nuevo, algo diferente y claro, algo con pasión.
Joliette, No Somos Marineros, Tungas, Dolores de Huevos, Sheena the Zebra, Barney Gombo, Camiches, Chingadazo de King Fu, Los Bluejays, Gula, Big Spin, Days of Struggle y The Milfs son sólo algunas de las nuevas bandas que están marcando al punk en México. Es hora de sintonizar otras cosas, Internet sirve para conocer muchas de estas bandas, pero también es momento de salir de nuevo, de cerrar los aparatos electrónicos y vivir el punk en vivo, que es la forma en la que se debe disfrutar. Saltar, empujar, romper y divertirse para finalmente exclamar: “Lo hice por el punk rock”.
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Fuente:
Martínez Ríos, Julio. (2010) ¡Arde la calle! Emo, Punk, Indi y otras subculturas en México, Random House, México.