La trágica historia de acoso de “One Way Or Another” de Blondie

La trágica historia de acoso de "One Way Or Another" de Blondie

La trágica historia de acoso de "One Way Or Another" de Blondie

Cuando estaba en la Universidad, me inscribí a un curso de fotografía. No conocía a nadie excepto a mi profesor, no había hablado y lo único que hice en mi primera clase fue hacer anotaciones. Horas más tarde recibí una solicitud de amistad en Facebook y, no sabiendo de quién se trataba, decidí entrar a su perfil. Lamentablemente solo había una imagen de perfil del disco de Moby, Wait For Me y todo lo demás… privado. Lo acepté. Después de casi un día de pensarlo decidí que quería saber de quién se trataba y, para mi sorpresa, él me envió un mensaje diciéndome que se trataba de mi compañero de clase de foto.

Platicamos, comenzamos a ver que teníamos cosas en común y luego de algunos años hoy es el hombre con el que decidí compartir no solo el gusto por la fotografía, sino también por la música, la escritura, la vida misma. Es el amor de mi vida.

Desafortunadamente, para bien o para mal, no todas las historias tienen comienzos tan extraños y terminan en una historia de amor. ¿Qué pasa cuando ese hombre que de repente te agrega a Facebook, Instagram o Twitter se convierte más que en admirador, en tu acosador? ¿Cómo puedes alejarlo y hacerle saber que no te interesa? ¿Qué pasa si se trata de tu exnovio o de un amigo que alguna vez te confesó sus sentimientos y decidiste rechazarlo? Algo así es lo que le pasó a Debbie Harry, la vocalista de Blondie, quien en más de una ocasión ha hablado sobre la oscura y hasta cierto punto perturbadora historia de “One Way, Or Another”.

Por años, esta canción ha aparecido en soundtracks de películas y series de televisión. También ha perfilado dentro de la lista de Rolling Stone a las 500 Mejores Canciones de Todos los Tiempos. Un sinfín de logros que en realidad reflejan lo que Debbie sufrió con un exnovio que estaba obsesionado con ella y que no la dejaba de seguir día y noche.

«Él era tan salvaje, que tuve que mudarme de Nueva Jersey», dijo en alguna ocasión en una entrevista, explicando también que su exnovio trabajaba todo el día en una planta química y bebía toda la noche. Todo esto eventualmente comenzó a dañarlo mentalmente, al grado de llamar a Debbie día y noche, cada hora y luego comenzó a seguirla a todas partes.

Pero él no fue el único que la persiguió, también hubo otro exnovio que no entendía la definición de “ex”: «Era un acosador nivel fan. Era un chico que me escribía siempre. Tuve que comprar bolsas para poner todas sus cartas. Y la letra era muy chiquita y fea así que no pude leerlas. Así que se las di a un detective y lo contactó. Resultó que era un hombre que había dejado sus medicamentos y nadie le prestaba atención así que me escribía».

https://www.youtube.com/watch?v=1VFuHj9_Tgw

Para empoderarse, Debbie junto con Nigel Harrison, dieron vida a “One Way, Or Another“. «Realmente fui acosada por un loco. Eso no fue un acontecimiento amigable pero traté de inyectarle (a la canción) algo de ligereza para hacerla más agradable al oído. Creo que eso fue un mecanismo de supervivencia un poco normal. Ya sabes, sacúdetelo, dilo de una u otra forma y sigue con tu vida. Todos podemos sentirnos identificados con eso y creo que en ello reside la belleza (del track)».

One Way, Or Another” aparece en el tercer material de estudio de Blondie, Parallel Lines, el cual fue publicado en 1978 y contó con la participación de Mike Chapman para la producción. Esta canción se convirtió en la más reconocida de la banda a nivel mundial, pues conectaba el punk con el pop, especialmente en las vocales y guitarras, pero a su vez tenía sintetizadores, bajo y batería que lograban la perfecta combinación de lo amenazante, despreocupado y un ligero toque de baile. También estaba la voz de Debbie, que en un principio sonaba gentil, cuidadosa y después pasa a ser súbitamente un mensaje de desdén, de «vas a alcanzarme y no me importa».

«La chica en esa canción ciertamente no es una víctima. La protagonista es una figura empoderada», dijo Chris Stein, el guitarrista y principal compositor de la banda. Hoy puedo decir que no todas las mujeres corren con la misma suerte. No todas logran salir ilesas de sus acosadores. Pero cierto es que pocas, en verdad pocas, deciden hacer lo que Debbie Harry hizo: enfrentar su miedo, crear una canción, cantársela y enviarle un mensaje a su acosador: «One way or another I’m gonna find ya. I’m gonna getcha getcha getcha getcha…»

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