Lo que a mí me parece más interesante de Brian Jones es que era inquieto. Creo que eso era lo que le llevaba a tocar tantos instrumentos o a no valorar lo suficiente sus propias canciones.
Oscar Avendaño
Un cadáver se precipita hacia el fondo de la piscina de una casa de campo en East Sussex, Reino Unido. El único testigo es mudo; se trata de una estatua que representa a “Christopher Robin”, protagonista de una serie de cuentos infantiles. La casa, que a principios del siglo XX fuera habitada por el escritor británico A.A. Milne, creador de “Winnie the Pooh” y su familia, fue adquirida seis meses atrás a cambio de casi un millón de libras, por por un guitarrista famoso. Son las primeras horas de la madrugada del martes 3 de julio de 1969. El cuerpo inerte pertenece a Brian Jones. El músico ha muerto ahogado en su propia piscina, en condiciones que, 46 años después, no han logrado esclarecerse.
La primera persona en entrar en la escena es Janet Lawson, amiga de la bailarina sueca Anna Wohlin, quien era novia de Jones al momento de su muerte. Janet grita, Anna y Frank Thorogood, contratista encargado de realizar remodelaciones en la casa, que se encuentran dentro, en uno de los salones, al escuchar los gritos, se dirigen al patio trasero y ayudan a Janet a sacar a Brian de la piscina.
Intentan reanimarlo y, al no tener éxito, llaman a una ambulancia que llega 40 minutos más tarde. Cuando el personal médico arriba lo único que consiguen es confirmar el deceso del fundador de una de las bandas más longevas e influyentes en la Historia del rock: The Rolling Stones.
Cerca de un mes antes, el 10 de junio de 1969, en ese mismo lugar, Jones recibió la visita de un grupo de hombres visiblemente enfadados; se trataba del vocalista, guitarrista y baterista de la banda que había fundado siete años atrás. El motivo era notificarle que su labor como miembro de la banda había llegado a su fin.
Después de un tiempo considerable en el que la participación de Brian dentro del grupo se había visto reducida a esporádicas colaboraciones, bajo el influjo constante del alcohol y drogas, inmerso en su propio mundo y presentando un comportamiento errático, la noticia no fue sorprendente para nadie. Luego de un rato, Jones acompañó a Mick Jagger, Keith Richards y Charlie Watts a la puerta.
Diversas fuentes cercanas a la agrupación durante la época han afirmado que el despido de la banda, lejos de deprimirlo o molestarlo, lo alentó a perseguir nuevos horizontes. Nacido en Cheltenham el 28 de febrero de 1942 en el seno de una familia dedicada a la música, Brian Jones fue desde muy pequeño un músico talentoso, multi-instrumentista; era el único de los Stones capaz de tocar desde el acordeón, la marimba, el oboe, la cítara (como lo muestra en su interpretación de ‘Paint it Black’), hasta el saxofón (que toca en la canción ‘You know my name’ de The Beatles). Entre sus planes estaban producir un disco en solitario, así como distintas colaboraciones con John Lennon, Bob Dylan y Jimmy Hendrix.
https://www.youtube.com/watch?v=9BcJaUYE5Jw
Probablemente a causa de la fracturada relación que mantenía con sus compañeros, su muerte no tuvo un impacto considerable en la vida de la banda; cinco días después del incidente, los Stones ofrecieron un concierto gratuito en Hyde Park, donde Jagger presentó al nuevo guitarrista Mick Taylor, y citó un fragmento de un poema de Percy Shelley:
“El no está muerto, no duerme. Ha despertado del sueño de la vida”.
Al funeral que se celebró sólo asistieron Charlie Watts y el bajista Bill Wyman; Mick Jagger partió a Australia a rodar una película, mientras que Keith Richards se dijo tan afectado que no pudo asistir. Otros colegas le rindieron tributo por su parte; Pete Townshend y Jim Morrison le escribieron poemas, su amigo Jimmy Hendrix le dedicó una canción durante una presentación e incluso se dice que Bob Dylan pagó su féretro.
En 2009 el caso de su deceso fue reabierto debido a las extrañas circunstancias en las que sucedió; algunas versiones indican que murió víctima de un ataque de asma mientras nadaba, otras que fue asesinado por el contratista Frank Thorogood, algunas más osadas sugieren que Jagger y Richards orquestaron el asesinato al recibir una negativa por parte de Jones cuando le pidieron renunciar a los derechos del nombre de la banda que él había elegido, inspirado en una canción de Muddy Waters, las más aceptadas hasta la actualidad son las que apuntan en la dirección más obvia cuando un rockstar muere: sobredosis de drogas, daños severos en su organismo por el abuso del alcohol o suicidio.
“You can’t always get what you want, but if you try sometimes you just might find you get what you need”, versa una de las últimas canciones en las que tocó la guitarra con los Stones. De acuerdo con quienes lo conocieron, Brian Jones siempre quiso ser famoso, pero también supo que no llegaría a los 30. Al momento de su fallecimiento tenía 27 años. No vivió para ver en lo que se convertiría la banda que fundó a los 20, pero es el miembro fundador de un Club al que un año después se afiliarían Jimmy Hendrix y Janis Joplin, Jim Morrison en 1971, Kurt Cobain en 1994 y Amy Winehouse en 2011.
No siempre tienes lo que quieres; a veces tienes lo que necesitas.
**
Cada generación posee a genios sobresalientes que han modificado la visión del mundo, como lo hizo Jaco Pastorius al convertirse en el mejor bajista de la Historia y cambiar las estructuras musicales para crear algo nuevo, pues gracias a esto fue la inspiración de otros músicos que le han rendido tributo desde entonces. Incluso, dicen que los genios siempre mueren jóvenes, conoce los nombres de los que pertenecen al Club de los 27.
