Desde hace tiempo se rumora que Robert Del Naja, vocalista de Massive Attack, es el artista callejero Banksy, cuya identidad sigue manteniéndose oculta y el itinerario de la gira que hizo Massive Attack en Europa hace unos años podría confirmarlo. Un reportero hizo la conexión entre las fechas en las que tocaba la banda y en las que Bansky realizaba una obra. Eso podría delatarlo o quizá sería una extraña casualidad.
Algo similar sucedió con Joy Division durante una de sus escasas giras. El cuarteto liderado por Ian Curtis fue cuestionado durante una investigación vinculada por múltiples feminicidios, y en una Inglaterra virgen al punk, no sonaba poco probable que uno de ellos fuera el asesino.
La historia
En una era fresca para el punk, en 1977, nació Joy Division, y desde sus primeras grabaciones llamaron la atención del mundo por mostrar una versión distinta del género y una actitud bastante extraña al mundo. Durante sus dos primeros años, lanzaron una serie de EPs, que incluyen algunas de sus mejores canciones como “Shadowplay”, “Leaders of Men” y “Warsaw”, con letras oscuras que hacían referencia a la guerra y la pérdida. Fueron señaladas como una banda neo-Nazi por los medios ignorantes, lo cual les ganó una fama que generaría controversia posteriormente.
En 1979, la banda se encontraba de gira promocionando dicho material antes de lanzar su primer álbum oficial, cuando fueron detenidos por la policía británica. El bajista Peter Hook y el baterista Stephen Morris fueron los principales sospechosos.
La banda había hecho presentaciones en las ciudades de Halifax, Huddersfield, Leeds y Manchester, y la policía notó que en esos mismos lugares se habían realizado diversos feminicidios, durante las fechas en las que las bandas pasaron por esas ciudades.
Stephen Morris fue detenido como sospechoso oficial, pero él no era culpable, y tampoco Peter Hook. En realidad era un hombre llamado Peter Sutcliffe, no relacionado con Joy Division, que asesinó a 13 mujeres y planeaba quitarle la vida a otras siete antes de su arresto oficial dos años después de que los miembros de la banda fueran acusados.
Peter Sutcliffe, originario de Yorkshire, tenía una costumbre de contratar prostitutas en ciudades aledañas como Leeds y Bradford, y ya que es una actividad ilegal, fue detenido por las autoridades. Durante su declaración afirmó que la voz de Dios le había ordenado que asesinara prostitutas. Las autoridades no siguieron su caso y lo ignoraron.
Durante 5 años, comenzando en 1975, el hombre asesinó a varias prostitutas y mujeres de otras profesiones, de maneras brutales, ganándose el mote de “El destripador de Yorkshire” (Yorkshire Ripper). Llevó a cabo distintos asesinatos entre 1978 y 1979 que coincidieron indirectamente con la gira de Joy Division.
La investigación de los miembros de la banda no duró demasiado, ya que contaban con pruebas suficientes para mostrar su inocencia. Por su parte Sutcliffe fue arrestado posterior a la muerte de Ian Curtis y la disolución de Joy Division. El hombre confesó su crimen después de ser cuestionado por las autoridades y desde entonces sirve una sentencia de cadena perpetua.