Las luces se apagan en el recinto, las gargantas rugen al unísono y una voz anuncia por los altavoces: «Ladies and gentleman, welcome to the freak shooow…!» Con esa frase letal y extravagante comienzan los conciertos de la banda alemana que en el presente se erige como una de las más grandes al lado de otros titanes como Scorpions, Gamma Ray, Accept, Blind Guardian, Running Wild o Helloween: Edguy.
El éxtasis es general y las guitarras comienzan a sonar para dar paso a una ceremonia llena de rock, heavy metal y bromas que apestan a humor negro. Su líder y cantante, Tobias Sammet, va de aquí hacia allá a lo largo de todo el escenario, invitando al público a cantar, saltar y unirse a la adrenalina que esta banda ha desbordado desde hace más de 25 años. Sus compañeros en la retaguardia hacen sonar una música que no ha dejado de evolucionar desde sus inicios en 1995, cuando debutaron con el disco titulado “Savage Poetry”. Era el inicio de una carrera prometedora de cinco jóvenes de menos de veinte años que deseaban devorar el mundo con guitarras, amplificadores y una actitud de fiesta total.
El de Edguy es un caso particular: «Probablemente no son muchos los músicos que tienen la suerte de mirar hacia atrás, a finales de sus treinta años, y contemplar la historia de una banda que ha durado 25 años. ¡Y sobre todo sin cambios en los últimos 20! Esto es aún más increíble teniendo en cuenta que no somos de Birmingham, Nueva York o una metrópoli alemana, sino de un pequeño pueblo llamado Fulda, un lugar donde normalmente sólo saben acerca de las ideas del negocio de la música por rumores», dice Sammet en su página oficial.
Edguy es una de las bandas que hicieron del power metal heredado por Helloween una música llena de imaginación y altas dosis de creatividad, sobre todo gracias a la mente maestra de Tobias Sammet, considerado en la actualidad uno de los personajes más influyentes del ámbito metalero internacional.
Discos como “Kingdom of Madness” (1997), “Vain Glory Opera” (1998) y “Theater of Salvation” (1999) dejaron claro que Europa tenía entre sus fronteras un grupo que apostaba por la creatividad y la innovación como estandartes para conseguir un sonido propio y una personalidad única.
Decir que nunca te has vendido a los intereses de la industria y que tu evolución no ha ido de la mano con los estándares comerciales es algo de lo que pocos músicos se pueden sentir orgullosos. Sammet y sus compañeros de banda pertenecen a esta clase de artistas, los que han hecho lo que han querido cuando han querido y de la manera en que mejor les ha parecido.
Porque Edguy es una banda de metal que no sólo suena a eso. En ellos hay canciones veloces, baladas, algo de new age, instrumentos de viento, pianos, orquestas, country, voces extrañas y más. La muestra más palpable es que ningún disco suena igual a otro y aun así puedes saber que se trata de ellos. «Como músico no pienso si es Hard Rock o Heavy Metal, es muy difícil para mí colocar un límite», dice Tobias Sammet en entrevista para la revista Rockaxis. «Personalmente crecí con bandas como Scorpions, AC/CD, Kiss, Dio, Ozzy Osbourne… No sé si esas bandas eran Hard Rock o Heavy Metal. Cuando era niño podías llamarlas de ambas maneras y no estabas equivocado, podías decir que Ozzy Osbourne era Rock o Heavy Metal y es por eso que no puedo hacer una diferencia».
En 2000 llegaría la oportunidad de reeditar por completo su disco debut, ahora mejorado con una producción mucho más cuidada (incluyendo una nueva portada) que los elevó al estatus de banda consagrada. Sin embargo, fue en 2001 cuando Edguy saltó a las ligas mayores con la aparición del disco en el cual consiguieron su mejor versión y sonido, “Mandrake”. Su música había dado el salto a sonidos progresivos, medios tiempos, sin perder la energía y la velocidad que los caracterizaban. Ese año fue la primera vez que visitaron México, presentándose en el Teatro Ferrocarrilero.
Sus dotes como compositores y músicos hicieron que la banda se convirtiera en una de las más prestigiosas no sólo de Europa, sino que ahora ganaban adeptos en países de América, Japón y Australia. El sello de originalidad que Edguy había logrado conseguir se hizo una constante en su sonido y eso el público lo reconocía.
Después de la magia conseguida con “Mandrake” y una gira mundial exitosa que terminó en la ciudad de Monterrey, México, la banda regaló al mundo otra obra maestra, “Hellfire Club” (2004), un disco con un sonido crudo, contundente, que no deja respiros a quien lo escucha.
Tras este disco llegaría el álbum “Rocket Ride” (2006), que marcaría la segunda etapa en la carrera de Edguy, aquella en la que visual y musicalmente se alejarían un poco de sus raíces power metal para concentrarse en un sonido más cercano al heavy metal tradicional y el hard rock de influencias norteamericanas. Esto no hizo más que expandir los horizontes creativos de la banda y permitirles componer sin límites musicales: ganaron en genialidad, fuerza y madurez, su sonido se hizo mucho más variado y cada canción logró tener una ley propia.
Tobias Sammet dijo en aquel entonces en entrevista con el portal español Rafa Basa: «Por supuesto, cada nuevo disco es algo importante y todos conllevan cambios… bueno, no diría cambios, más desarrollo, todos nuestros discos son distintos, por lo que no creo que esta sea una nueva etapa especialmente marcada. Cada disco es una etapa, nosotros no queremos aburrir, nos gusta ofrecer cosas nuevas, no queremos centrarnos en hacer el mismo disco una y otra vez. Escribimos canciones sin pensarlo, las arreglamos y las grabamos, eso es de lo que se trata, y por supuesto incluimos elementos nuevos. Por supuesto que se trata de un nuevo capítulo, pero como todos nuestros discos. Queremos que el momento más interesante del grupo sea siempre el presente, no queremos vivir de los discos antiguos».
Esta visión se ha conservado con fidelidad hasta el presente a través de subsecuentes lanzamientos como “Tinnitus Sanctus” (2008), “Age of the Joker” (2011) y “Space Police” (2014). No hay elementos musicales en Edguy que se parezcan a los anteriores. “Renovación o renovación” parece ser lo que los alemanes se proponen cada vez que entran al estudio. Sin embargo, estos pasos hacia adelante no se perciben forzados, todo lo contrario: hay naturalidad evidente en ello, un ánimo de actuar bajo el instinto, lo que realmente garantiza que las cosas se disfruten y se lleven a cabo por la vía correcta.
Tobias Sammet (voces), Jens Ludwig (guitarras), Dirk Sauer (guitarras), Tobias Exxel (bajo) y Felix Bohnke (batería) preparan actualmente un lanzamiento especial llamado “Monuments” que contendrá los mejores temas de su extensa carrera, canciones nuevas, una colección de todos sus videos, rarezas inéditas y un libro con fotografías exclusivas de la historia de Edguy, una banda que tiene sus raíces desde 1992 cuando los miembros originales se conocieron en la adolescencia. En ese momento tenían el sueño de crear una banda de rock que llegara a lo más alto. Pues bien, lo han conseguido…
Si te encuentras en este artículo es muy probable que estés de acuerdo en que el rock o el heavy metal es la mejor música del mundo. Por ello, compartimos contigo una lista de bandas de rock que te darán el mejor soundtrack para tu juventud. Una de las bandas preferidas de Edguy son los AC/DC, una de las agrupaciones hard rock más populares en la historia de la música.
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Fuentes
Rafa Basa
Rockaxis
Edguy