El ser humano tiene un lado muy oscuro y es parte intrínseca de él buscar en los rincones más recónditos de su mente saciar esta oscuridad de formas que principalmente no dañen o causen que el individuo reciba un severo castigo al romper las leyes establecidas por la sociedad en la que vive, encontrando este escape en el morbo que nos entrega en la palma de la mano los medios de comunicación en forma de la “nota roja”.
Es así como en 1997, el ahora legendario grupo de Ska, Sekta Core!, nos entregó Morbo’s Club, un disco conceptual lleno de potentes canciones llenas de critica social hacia el amarillismo que se veía todos los días en televisión y los periódicos, que hoy en día es mucho más accesible gracias a internet.
Entre los temas, que eran tan relevantes en su momento como lo son hoy en día, existe una oscura y pesada pieza escondida, que relata la historia de un sangriento asesino que, cual salido de una película slasher, acababa a sus víctimas con machete en la mano solo por el placer de verlas morir.
La canción relata la historia de Delfino el asesino, quién aparentemente cortaba a quién cayera en sus redes hasta convertirlos en filetes, que terminó en los separos por estacionar mal su automóvil y, aunque la letra no lo dice explícitamente, salió libre a seguir atormentando víctimas.
Recientemente la canción tomó una realidad más retorcida, pues ha surgido un caso 24 años más tarde, que impresionantemente está lleno de similitudes con Delfino, pareciendo que los integrantes de la banda hubieran predicho presuntos los crímenes del ahora conocido como “El Monstruo de Atizapán” y las coincidencias son impresionantes.
«¡Extra, extra! Encuentran cuerpos mutilados, al parecer el despiadado asesino mata por el placer de saciarse. ¡extra, extra! La policía no encuentra rastro alguno y siguen apareciendo cadáveres por toda la ciudad, se exige la captura del siniestro asesino, Delfino sigue vivo y sembrando pánico.»
De entrada mencionamos el hecho de que el presunto feminicida, antes conocido como “el chino” es de Lomas de San Miguel en Atizapán de Zaragoza, mismo municipio donde se formó la banda, esta es la punta del iceberg, pues si analizamos la letra esto se pondrá más denso:
«Su placer era la sangre, le encantaba ver morir»
Empezamos por lo básico, pues es claro que un feminicida mata por placer.
«Esperando a la vecina, pa’ enterrarla con su hermano.»
Andrés “N”, además era un conocido grillero en su zona y aparentemente utilizaba su conexión en la política para generar confianza a sus víctimas, quienes eran oriundas de la zona.
«Los picaba hasta el cansancio hasta tener unos filetes.»
“El chino” no solo es acusado de descuartizar a sus víctimas, pues se dice que además llegó a practicar canibalismo con sus restos.
«A Delfino el asesino lo metieron al separo»
Por el momento, el presunto feminicida de Atizapán se encuentra en encierro preventivo, mientras la corte llega a un veredicto.
«Matando muy horrible ensuciándose la uñas. Lleva cientos enterrados en el fondo del jardín. Varios cuerpos mutilados y a los vivos darles fin.»
Aquí hay un punto muy interesante, pues tras ser detenido, de acuerdo con medios periodísticos, encontraron en su domicilio los restos de varias mujeres enterrados y mutilados, a lado de otros trofeos como maquillaje e identificaciones oficiales de sus posibles víctimas.
Así es como este gran tema de Sekta Core! Nos causa escalofríos y tras su lanzamiento en 1997, tristemente hoy sigue siendo vigente.
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Letra “Delfino el asesino” de Sekta Core