Radiohead es una de esas agrupaciones que nunca se queda atrás en cuanto al arte que implementen en sus discos. Cada uno de ellos es muy distinto del otro y detrás existen historias y secretos que no muchos conocen.
Thom Yorke le pidió a Stanley que hiciera la portada de My Iron Lung y después del LP The Bends. Donwood cuenta que en ese momento, no tenía mucho dinero y hacía trabajos mal pagados, hubiera hecho cualquier cosa, pero consiguió un maniquí de RCP y lo filmó con una vieja cámara de video en un casette, nunca imaginó que aquel disco lograra obtener el triple platino por sus ventas en América del Norte y Europa.
Kid A (2000)
Para Kid A, dice Donwood, “me conseguí unos bastidores enormes y me volví loco usando cuchillos y palos para pintar, para fotografiarlos y después hacerles cosas en Photoshop. La idea general de las montañas era que son paisajes de poder, la idea de las piedras y las pirámides. Se trataba de algún tipo de poder cataclísmico en el paisaje. Me gustó mucho cómo quedó.”
El disco fue lanzado en el año 2000 y llegó a las listas norteamericanas en menos de una semana. Constaba de dos libros: uno en la portada, y el segundo tras el plástico donde va el CD. En cuanto a la inspiración del arte de estos libros, Stanley se dijo: “En un libro titulado Brought to Light de Alan Moore y Bill Sienkiewicz, el número de personas asesinadas por el terrorismo de estado esponsoreado por la CIA es medido en albercas de natación. El cuerpo humano promedio contiene 5 litros de sangre. Una alberca olímpica de natación contiene 2.750 litros. Las albercas se acumulan a lo largo de la narración y alcanzan un número que ya no quiero recordar. Esta imagen me persiguió durante la grabación de Kid A de Radiohead.”
Amnesiac (2001)
“Mientras Kid A fue una llamada de teléfono jodida, Amnesiac lo sentí más como si alguien me hubiera dejado un mensaje muy, muy largo en el contestador,” cuenta Donwood, quien estuvo a cargo de diseñar la edición limitada del disco, el cual en su mayoría, estuvo grabado en Londres. “Había un graffiti que se veía de las vías del tren hacia Londres desde donde yo vivo, una pieza que había estado ahí muchos años, pintada con pincel a la old school que decía ‘Lejos está a mano en imágenes de otros lados.’ No quiere decir nada en realidad, pero de alguna manera sugiere que hay otra posibilidad, otra forma de mirar el mundo. Las calles empezaron a hablarme de esa forma. Y yo empecé a leerlas de esa manera medio loca, medio mental y muy personal.” Cuenta que quería que el arte fuera algo encontrado: “Tenía esta idea de que había una casa abandonada, subías las escaleras polvorientas sin alfombra, entras al ático y hay un cofre destartalado con cajones y adentro hay una caja y adentro está el libro.” refiriéndose al minotauro que aparece en la portada, “es una criatura horrible que me dio pena porque no sabía nada más que ser un monstruo. Por eso quería que esta criaturita estuviera llorando.”
Hail of the Thief (2003)
En este disco, Stanley viajó con Radiohead a los estudios Ocen Way en Los Ángeles.
El disco fue grabado en una vieja mansión en Savernake Forest, el bosque más grande de Inglaterra. “Había leído un libro muy deprimente sobre lo que le pasaría a nuestra civilización cuando nos quedemos sin petróleo. Tenía esta idea de hacer dibujos de centros comerciales como catedrales rodeadas de suburbios. Pero la música tomó una dirección diferente y se tornó mucho más orgánica, sensual y sexual, así que empecé a trabajar con cera y jeringas. Mientras grababan el disco, encontramos una bañadera que usó Jorge III. Contuvo alguna vez al Rey Loco Jorge y ahora está llena de moscas muertas. Realmente extraño, muy embrujado.” En una entrevista, Thom Yorke mencionó que el arte estuvo inspirado en las imágenes que la NASA sube a su página, aunado a los experimentos de Stanley con cera. “Era solo experimentación, pero daba una sensación de liberación, de soltar.”
The King of Limbs (2011)
La idea original para este disco, era hacer retratos de los miembros de la banda al estilo de Gerhard Richter, pero Stanley menciona que nunca había pintado con oleo, así que el arte tomó un camino distinto: conforme el disco avanzaba a Stanley le remitía a “catedrales de árboles inmensas y policromas, con la música que hacía eco en las ramas mientras una fauna extraña acechaba en la bruma.” Por ese motivo, el arte de The King of Limbs es una combinación entre naturaleza y una especie de retratos ritcherianos.
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