Dentro de las muchas debilidades que tiene el ser humano, están la debilidad mental y espiritual, momentos en los que las personas se encuentran expuestas a cualquier estímulo e influencia que, otro ser humano con fines malvados, puede utilizar para causar un bien o mucho, mucho daño. El fundador de la Iglesia de la Cienciología sabía muy bien esto. Siendo un hombre con muchos defectos y una imaginación extremadamente fértil, supo, en cuanto volvió de la Segunda Guerra Mundial sin otra satisfacción que la de seguir vivo, que la única manera sencilla y segura de obtener dinero —sin que el gobierno se lo arrebatara en forma de impuestos— era tener su propia religión.
De modo que escribió todo un tratado llamado Dianética, y en cuanto la efervescencia de éste caducó, lo renombró la Iglesia de la Cienciología. Junto con el tratado creó una serie de métodos que pudieran aportarle más ingresos de parte de los adeptos, uno de ellos fue el “Metro” que no es más que un aparato parecido al detector de mentiras al que llamó “electómetro” con el que someten a los interrogados a una exhaustiva serie de preguntas que van hasta lo profundo del ser. “¿Tienes un secreto que temes que averigüe?” “Algo no está siendo registrado en el metro, ¿qué es?”
Muchas personas han dejado cantidades enormes de dinero en este proceso llamado “limpiador”, con el que además de estafarlos, obtienen información poderosas para chantajearlos y manipularlos. Los músicos no son la excepción, algunos que ni siquiera imaginamos…
Elvis Presley
Aunque no fue un “auditor” declarado —término usado por los adeptos del culto para definir a un seguidor y predicador de la Cienciología— compró muchos libros sobre el tema y requirió ciertos servicios de la religión. Sin embargo, su esposa, Priscilla y su hija, fueron arrastradas a la iglesia por John Travolta.
Tom Constanten
Este tecladista de la legendaria banda Greatful Dead ha sido miembro desde la década de los sesenta y pelea todos los días a favor del culto, defendiendo sus creencias de todo el que las contradiga, será por eso que la Cienciología ha decidido seguir guardando sus secretos.
Isaac Hayes
Este compositor, más conocido por prestar su voz para el personaje Chef de South Park y fallecido hace 10 años fue un fiel seguidor de la Iglesia. Las causas de su muerte, a los 66 años, aún no son claras; su cuerpo fue encontrado en su hogar junto a una caminadora en funcionamiento. No tuvo tiempo de disgustar a la Iglesia y que ésta lo expusiera.
Van Morrison
Este prodigioso saxofonista aún es un miembro activo de la Iglesia de la Cienciología, por lo que su moderada fama y vida tranquila siguen su curso normal.
Sonny Bono
Sí, este miembro carismático de Sonny & Cher formó parte del culto, y cuando intentó separarse, no se lo permitieron, incluso miembros del culto lo fueron a visitar al hotel en el que se hospedaba con su esposa. Sin embargo, ambos habían decidido que abandonaría la secta. Pasó un periodo de persecución hasta que el cantante tuvo un “accidente” que la Iglesia se ofreció a pagar y que él rechazó.
Stanley Clarke
Ronald Hubbard, creador de la Iglesia de la Cienciología, fue también un prolífico escritor de relatos de ciencia ficción; en la década de los 80 decidió volver a escribir ficción y publicó la novela que decidió acompañar con un disco llamado Space Jazz, mismo en el que participó Stanley Clarke, a partir de ese momento se volvió un miembro más.
Juliette Lewis
Además de ser una buena actriz, Juliette Lewis formó una banda de rock y ha colaborado con otras tantas hasta que fundó Juliette and the New Romantics. sin embargo su vida amorosa no ha sido tan satisfactoria como sí lo ha sido su participación en la Iglesia de la Cienciología.
Mark Isham
Este músico ha destacado principalmente por realizar las bandas sonoras de importantes filmes. Como miembro activo de la Iglesia ha donado enormes sumas de dinero para su expansión territorial, ya que agradece todo su éxito laboral y personal al entrenamiento que la ha dado la Cienciología.
Leonard Cohen
Resulta extraño que alguien de personalidad tan fuerte como Leornad se haya dejado arrastrar por estos charlatanes, él entró porque le aseguraron que conocería chicas hermosa, pero se aburrió y se marchó antes de involucrarse por completo; así que sus secretos están a salvo en su mente.
Chick Corea
Este jazzman tenía ciertas inquietudes del alma cuando decidió unirse a los cienciólogos y su método de sanación y limpieza espiritual. Ha arrastrado a muchos conocidos suyos a las filas del culto, razón por la cual puede dormir tranquilo sin el temor de que sus secretos sean revelados.
Edgar Winter
La Iglesia de la Cienciología lo tiene como uno de sus mayores casos de éxito, ya que una vez que ingresó fue capaz de abandonar los excesos y la vida decadente y de drogadicción que llevaba, aunque su hermano, Johnny, no está muy de acuerdo, la Iglesia lo mantiene a salvo de exposiciones públicas sobre su vida pasada.
Nicky Hopkins
Esta talentoso tecladista participante de muchos de los éxitos de la llamada “Ola inglesa” fue también un ferviente seguidor de la Cienciología, ya que, al igual que Edgar Winter, formó parte del programa de desintoxicación que tiene la Iglesia llamado “Narcocon”, al recuperarse, quedó completamente agradecido. Por ello nunca fue puesto en ridículo por sus excesos.
Beck
Sorprendente, pero Beck es un declarado seguidor de la secta de la Cienciología de la “Segunda generación” —comprensible ya que la fama de sus más antiguos miembros va en descenso, incluso la de Tom Cruise—. Si se le ocurriera hacer enojar a los miembros, de lo contrario, el mundo entero conocería sus más oscuros secretos. Se cree que ingresó a la iglesia por su esposa, pero no se ha confirmado. En todas sus entrevistas le indica a sus periodistas que no hagan preguntas sobre su religión.
Algo muy malo debió hacer John Travolta para que su homosexualidad —que no está mal en absoluto pero que había mantenido en perfecto secreto— fuera revelada a la prensa y, en consecuencia, a todo el mundo. La secta posee información de todos sus adeptos ya que, todos, sin excepción, tienen que pagar para pasar por el proceso de “limpiamiento y liberación” en el que deja su alma vacía, en tanto, el culto gana poder absoluto de manipulación.
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