Nick Cave sabía como expresar sus sentimientos a la hora de escribir una canción y “Into My Arms” fue dedicada a su verdadero amor.
Sólo un verdadero artista es capaz de manejar emociones y plasmarlas con su arte. La música es una de las manifestaciones creativas con las que se puede expresar toda la gama de los sentimientos humanos y la melancolía puede generar piezas de belleza excepcional producidas por mentes privilegiadas, como la de Nick Cave.
El compositor australiano es capaz de hallar la inspiración en los momentos más duros y tomar incluso partes de su vida en las que la nostalgia y la melancolía se han hecho presentes para obtener composiciones brillantes como “Into My Arms”.
Esta pieza nace de la parte más oscura de su existencia. Es una reflexión sobre su experiencia en la desintoxicación con algunos romances frustrados y su perspectiva no religiosa de la vida.
Nick Cave y su banda The Bad Sees, llegó a un momento en el que buscó nuevas formas de expresión, temáticas y líricas. En 1997, luego del éxito de su disco Murder Ballads un año antes, impulsado principalmente por el sencillo “Where the Wild Roses Grow” junto a Kylie Minogue, decidió que era hora de buscar una temática diferente, sin abandonar su sello melancólico.
Esta época estuvo llena de pruebas y periodos difíciles para el cantante australiano. Decidió someterse a un segundo tratamiento para desintoxicarse de las drogas y venía de un rompimiento con su primera esposa, la periodista brasileña Vivianne Carneiro con quien estuvo casado seis años y tuvo un hijo hasta que se dijeron adiós en 1996
Nick Cave escribió “Into My Arms” inspirado en su tormentosa historia de amor
Mientras estaba en tratamiento, como a otros adictos en proceso de reincorporarse a la sociedad, se les pedía que asistieran a la capilla de la clínica de desintoxicación para orar. Aunque a varios esto les servía, en el caso de Cave su mente le tendería una especie de ‘trampa’ que le terminaría dando inspiración para escribir una canción bastante peculiar.
«En los primeros días que no has dormido, te estás retirando de las drogas, estás enfermo. Intentas sacar lo mejor de una mala situación», dijo Nick en una entrevista con Mojo de 2009 sobre esa etapa complicada. Fue en ese momento que empezó a diseñar la lírica de “Into My Arms”.
Mientras estaba pasando por todo esto tuvo una segunda ruptura amorosa, una de las más sonadas entre los fans, con Polly Jean “PJ” Harvey. Ambos tuvieron un breve amorío entre 1995 y 1996 que, entre otras cosas, es recordado por la incursión de ella en el material Murder Ballads con alguna colaboración creativa y su aparición en el video del tema “Henry Lee”.
Un romance corto, pero significativo para Nick
Aunque fue una relación corta fue un romance muy significativo para Nick. «Me sorprendió tanto que casi se me cae la jeringuilla al suelo», dijo durante una ronda de preguntas realizada por la web The Red Hand Files, sobre el momento en que recibió la llamada de Harvey quien estaba decidida a terminar con él.
«Las drogas pudieron ser un problema entre nosotros, pero también otras cosas. Yo aún tenía problemas con mi comprensión del concepto de monogamia y Polly tenía sus propias historias, sospecho, pero a fin de cuentas éramos dos personas salvajemente creativas, ambos muy egocéntricos como para ser capaces de ocupar el mismo espacio en cualquier sentido significativo», remato Cave en aquella revelación.
Ella llamó para terminar con él. Su siguiente reacción a largo plazo fue escribir un álbum más personal que narrativo. Esa es la semilla de The Boatman’s Call.
La primera canción del material es “Into My Arms”, que cuenta con una estructura sencilla (piano, voz y bajo) que evoca toda esa tortuosa etapa entre la rehabilitación, el ligero acercamiento a la religión y las rupturas amorosas. Toda esta mezcla es la que hace posibles versos como este: «no creo en los ángeles, pero cuando te veo, empiezo a dudarlo».
Con amor contenido, sin quedar claro a quién está dedicada, podemos escuchar con emoción estas partes que parecen una confesión, «les pediría que cuidaran de ti, que encendieran cada uno una vela para guiar iluminar y guiar tu camino».
Así es como la melancolía se vuelve hermosa. El recuerdo del amor perdido durante una etapa de lucha interna, con las drogas, con la probable existencia de dios o los ángeles. Sólo mentes prodigiosas pueden tomar esto para hacer una pieza de arte, llena de melancolía.
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