Ozzy Osbourne y su convivencia con los animales no ha sido muy fraternal que digamos, de hecho, está muy lejos de serlo, y fue precisamente ese comportamiento lo que lo convirtió en una de las personalidades más dementes del rock, porque no es difícil recordar algunos de sus grandes momentos llenos de locura, incluso de asco.
Ozzy Osbourne es considerado una leyenda de la música desde su debut en los 60 junto a Black Sabbath, su cínico comportamiento lo convirtió en uno de los favoritos y su carrera en solitario lo llevó uno de los puntos más altos de su trayectoria. Como casi todas las estrellas de rock, Ozzy atravesó por una amplia temporada de excesos, adicciones y locuras, de hecho, expertos en medicina están sorprendidos de que el músico siga vivo luego de la alocada vida que llevó durante su juventud.
Y no sólo por las sustancias, sino porque Ozzy Osbourne, además de ser reconocido por su magistral música, lo es por su comportamiento con los animales, como el mítico día en el que mordió un murciélago. Así, casual.
Ozzy Osbourne y las aves
Todo comenzó luego de que Ozzy tuviera una reunión con los ejecutivos de CBS Records y llegara tarde con unos cuantos tragos encima, esta situación provocó que el músico tuviera una fuerte pelea con una de las ejecutivas de la productora, sin embargo, no fue muy consciente de la fiebre de la discusión y las cosas no terminaron nada bien.
Ozzy tenía planeado dar un espectáculo liberando tres palomas al final de la junta, pero debido a la furia de la discusión, prefirió sacar la primera ave y le arrancó la cabeza de un mordisco; sacó la segunda e hizo exactamente lo mismo… y, de acuerdo con la palabras del mismo músico, lo hizo para que la mujer se callara.
“Me saqué una de esas palomas y le arranqué la cabeza de un mordisco solo para callarla. Luego lo hice otra vez con la próxima paloma, escupiendo la cabeza en la mesa… Fue en ese momento cuando me echaron”.
Las palomas jamás volvieron a acercarse a él… o eso esperamos.
Ozzy Osbourne y el murciélago
Ozzy Osbourne ya tenía antecedentes de no ser muy amigable con los animales voladores y todo comenzó con Mark Neal, un fan auténtico del músico, con 17 años de edad. A Mark le hacía mucha ilusión ver a Ozzy Osbourne en concierto, que en ese entonces presentaba en vivo Diary of a Madmen, sin embargo, eso no era lo único que esperaba del concierto, era llamar su atención en medio de la multitud.
Dos semanas antes del evento, el hermano de Mark llevó una nueva mascota a casa: un murciélago. Aunque, como era de esperarse, el animal no sobrevivió mucho tiempo fuera de su hábitat, así que murió pocos días después.
Cual adolescentes, los amigos de Mark tuvieron la idea de utilizar el cadáver del murciélago para llamar la atención de Ozzy Osbourne durante el concierto, así que sellaron el cuerpo en una bolsa de plástico y la escondieron en la chaqueta de uno de los jóvenes.
Inesperadamente, el plan funcionó, parece que en aquel entonces no tenían la misma seguridad a la hora de ingresar a los conciertos. Ya en el auditorio, Mark y sus amigos esperaron el momento ideal para continuar con su plan… hasta que lo hicieron. La bolsa cayó en los pies del cantante, Ozzy la miró, la levantó, sacó el cuerpo y, sin dudarlo, colocó la cabeza del animal en su boca y, con los dientes, la arrancó.
No fue tan divertido como Ozzy pensó…
De acuerdo con I am Ozzy, el músico narró que aquel momento fue asqueroso, su boca se llenó de un líquido no agradable y el sabor se sentía terrible.
“Algo se sintió mal. Muy mal. Para empezar mi boca se llenó enseguida de este líquido caliente, pegajoso, con el peor regusto que te puedas imaginar. Podía sentir cómo se manchaban mis dientes y corría por mi barbilla. Entonces la cabeza en mi boca se crispó. “Oh, demonios”, pensé. No me digan que me acabo de comer un maldito murciélago”, confesó.
Enseguida, el cantante fue sometido a inyecciones para evitar la rabia, algo que lo tenía sumamente enojado. Sin embargo, estaba consciente de que, si no hubiera ocurrido tal incidente, no se habría convertido en una de las figuras más importantes de la música y un ícono del rock.
Ozzy Osbourne inhala hormigas
La gira de Mötley Crüe y Ozzy Osbourne estuvo llena de excesos y adicciones, llegaron al grado de inyectarse Jack Daniel’s para ver si se embriagaban más y entre ellos se retaban para ver quién hacía cosas más “locas”.
Durante una parada en su camino, en un hotel de Florida, los músicos, bajo los efectos de sustancias, notaron que estaba una paleta de caramelo en la banqueta y, en ésta, una línea de hormigas caminando hacia la golosina. Ozzy miró todo y cuestionó a sus compañeros: “¿Así que ya inhalaron mucha cocaína y se sienten muy hombres?”. Así que procedió a inhalar los insectos.
Los músicos no pudieron evitar asombrarse pero, por si fuera poco, en medio de risas e impacto, Nikki Sixx comenzó a orinar en la banqueta y como para Ozzy lo de las hormigas sólo fue un aperitivo, lamió el charco de orines.
Ozzy Osbourne y el tiburón
Ya nos quedó muy claro que Ozzy no era fanático de los animales, pues de acuerdo con Tony Iommi, en algún momento que su compañero estaba drogado y aburrido, mandó a sus asistentes a conseguirle un tiburón muerto. Sí, nada más porque estaba aburrido.
Teniendo al animal en sus manos, pensó que sería buena idea restregarlo contra las ventanas del cuarto del hotel donde estaban hospedados, con el objetivo de asustar a sus compañeros, así que destrozó el cadáver para frotar los restos sangrientos en la paredes porque consideraba que “les faltaba un poco de color”.
Ah, ok.
Para su buena o mala suerte, fueron esas anécdotas, además de su gran talento, lo que lo convirtieron en un ícono de la música, una de las principales figuras del rock and roll… y el Príncipe de las Tinieblas.