“Head Carrier” y “All Nerve”, los discos que debes escuchar si amas el indie rock de los 90

"Head Carrier" y "All Nerve"

"Head Carrier" y "All Nerve"

“Mientras más añejo el vino, mejor”, dice el antiquísimo refrán con el cual se hace referencia a que la madurez y la experiencia hacen que todo tenga un mayor valor. La música, por su parte, valdría adherirse a esta frase; sin embargo, la correlación no siempre puede confirmarse, ya que en muchos casos la presencia de un artista representa un momento tan específico en la música, que con el pasar de los años estos se hacen más parecidos a bebidas con fecha de vencimiento que a vinos viejos de gran sabor.

Pero decir tajantemente que no hay banda que logre perdurar en el tiempo con éxito es tan descabellado como asumir que toda banda prolija del pasado seguirá siéndolo eternamente. En este escenario se hallan dos agrupaciones icónicas, hermanas —o enemigas—, que pueden calificarse como las dos caras de una misma moneda. Se trata de Pixies y The Breeders.

Pixies con la que fue su bajista durante años, Kim Deal, quien formó posteriormente The Breeders

En aras de rememorar la existencia de estas agrupaciones, basta con mencionar dos nombres: Black Francis y Kim Deal. A mediados de los 80, ambos personajes, uno como el líder y vocalista, y la otra como la bajista y segunda voz, se unieron a la guitarra de Joey Santiago y la batería de David Lovering para formar los Pixies, la banda que pasaría a la historia como una institución en lo que refiere al rock alternativo y el grunge. Sin embargo, como es bien conocido, la creciente fama de Kim Deal y el control maniático de Black Francis terminaron por romper su alianza en 1993.

Kim Deal destinó su talento a The Breeders, su banda más querida y con la que lanzó cuatro discos aclamados por la crítica y que le valieron para ser considerada la “Thom Yorke femenina”. Si bien inicialmente publicaban nuevos discos cada dos años, los problemas internos de los integrantes llevaron a que The Breeders condenara a sus fanáticos a un hiato de casi 10 años entre cada disco.

En 2004, los Pixies —con su alineación original— se unieron a la tanda de bandas de culto que se reunían para hacer giras tocando sus greatest hits, hasta que llegó la idea de realizar un álbum nuevo y, en ese momento, Kim Deal dio el adiós definitivo. Es así que en 2016 y con una nueva bajista, Paz Lenchantin, exintegrante de The Perfect Circle, los Pixies volvieron al ruedo con Head Carrier, su primer LP desde el Trompe Le Monde en 1991.

The Breeders

Por su lado, The Breeders reunió a sus integrantes originales y, tras 25 años desde la publicación desde el exitoso Last Splash y 10 desde su último EP con una diferente alineación, lanzó los dos primeros singles de su nuevo álbum, All Nerve. Tanto Head Carrier como All Nerve son los hijos concebidos en la madurez de estas bandas que en un momento de la historia del rock representaron lo más genuino de la efervescencia juvenil.

¿Qué se puede decir de Head Carrier, de Pixies?

Cuando Surfer Rosa salió a las vitrinas en marzo de 1988, Black Francis y compañía tenían entre 23 y 27 años; con Head Carrier, la banda vive su entrada a la base cinco y seis. Este cambio radical se refleja en la experiencia acumulada desde la edición de su primer álbum hasta este último, la cual se siente hasta en la más sutil nota de guitarra.

Head Carrier tiene guitarras vibrantes, riffs impecables, una batería todopoderosa, un bajo profesional y elegante y una voz dominante y amena. Tiene además canciones ruidosas, baladas lacrimógenas y otras más amigables. Sin duda, es un disco de rock perfecto, pero no es un disco de los Pixies.

Cuando se piensa en los Pixies, se recuerda más a un grupo de inadaptados gritando “debaser” al ritmo de una guitarra desenfrenada que era tocada con una lata para darle un toque aún más metálico. Cantaban sobre incesto, matanzas colectivas, pasajes bíblicos ridiculizados, aliens, Salvador Dalí y hasta de vagabundos durmiendo en trenes. Por decirlo en palabras simples: los Pixies eran la banda que no querías que tu madre te descubriera escuchando porque, probablemente, sabías que la haría aparecer en tu sala junto al padre Juan para hacerte una intervención por ser un hijo de Satán.

Los Pixies del Head Carrier son más parecidos a tu padre y sus amigos de universidad, con quienes dice que tuvo una banda muy popular en el mundo underground en sus años mozos, pero que cuando se unen a tocar, logran hacer que todas las canciones suenen a Miguel Mateos interpretando “Cuando seas grande”. Si bien Head Carrier es la clase de álbum por el que Nickelback sacrificaría a sus mujeres e hijos con tal de decir que es suyo, no es desmedido afirmar que para una banda que solía representar la irreverencia, esta producción resulta sosa.

¿Qué se puede decir de All Nerve, de The Breeders?

All Nerve aún no ha sido lanzado oficialmente, pero hasta la fecha ha hecho de conocimiento público dos singles: “Wait In The Car” y “All Nerve”, que han dejado ver que Kim Deal puede tener 56 años y tener de pasatiempo tejer, pero que su alma musical sigue poseyendo ese espíritu rebelde de los 25.

Escuchar la distorsión de las guitarras al inicio de “Wait In The Car” seguido del grito de Kim Deal diciendo: “Good Morning!” te hace volver al pasado y creer que fue ayer que The Breeders era elegida como la banda telonera de Nirvana, como ocurrió en 1993. Este primer single encierra un cuarto de siglo de energía acumulada y cuando explota lo hace como una bomba de cañón. “All Nerve”, por su lado, es una balada con el sello característico de la banda: íntima, sombría y nostálgica. Es tan suya que si alguien te dice que pertenece al Last Splash, de 1993, lo creerías.

Pese a que es necesario esperar a que el álbum completo llegue a inicios de marzo de este año, estos dos singles han bastado para que All Nerve ocupe un lugar en la lista de álbumes más esperados de 2018. ¿Podrán los Pixies recuperar esa peculiaridad que los volvió los íconos del rock alternativo? ¿Realmente All Nerve es el álbum que probará que Kim Deal y compañía son como el buen vino? El tiempo es traicionero, pero de la genialidad musical de estos artistas depende poder sacarles la vuelta a las peripecias de la vida.

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La importancia de las mujeres en la música se percibe mayor que en cualquier otra época y es algo que debe aprovecharse.

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