La sensación de escuchar a tus artistas favoritos no tiene comparación. Convivir con gente que comparte la misma entrega, unir tantas voces en un solo coro junto con la voz de tu vocalista predilecto y temblar de emoción es lo que te hace sentir pleno cuando asistes a un evento. Cuando estás triste, feliz o enojado, la mejor solución para desahogarte es asistir a un concierto. Bailar, cantar, gritar y sentirte libre durante unas horas te provocará más plenitud.
La Facultad de Psicología de la Universidad de Deakin, en Australia, publicó un estudio, fiscalizado por el Comité de Ética en Investigaciones Humanas, que revela que las personas que asisten a conciertos y festivales son más alegres y felices. Considerando que la música ha sido esencial para todas las civilizaciones y procesos sociales en la historia, los científicos estudiaron a mil personas. Los encuestados que declararon ir seguido a experiencias musicales registraron mayores niveles de satisfacción en su vida, en comparación con los que van muy poco o nunca a conciertos.
Uno de los indicadores principales del estudio afirma que el nivel del bienestar personal aumenta en personas que asisten a conciertos, ya que se conectan con la música de un manera más íntima y directa gracias al baile, cuando cantan o cuando escuchan discos a diario.
Una manera de comprobar esta felicidad es al día siguiente del concierto: te sientes deprimido y triste porque sientes que tu felicidad duró muy poco y no vuelves a tener una sensación igual. Esperaste mucho tiempo para el gran día y cuando cantan la última canción tu cuerpo se invade de nostalgia y deseas que no termine nunca, por lo que quieres seguir escuchando y cantando.
Tu corazón empieza a palpitar rápidamente, tu respiración cambia, tienes cambios en el pulso y sientes una liberación inmensa. Según los investigadores, esto se debe a los sonidos, que provocan que la sangre fluya hacia las regiones del cerebro implicadas en la liberación de dopamina. Lo dicho: la música es la mejor compañía para cualquier estado de ánimo, pues te hace sentir que todo va a mejorar, te hace soñar y es la mejor terapia y compañía a la que puedes recurrir de manera fácil y rápida. Asimismo, gozar de la música junto con otras personas beneficia el bienestar subjetivo. Se ha demostrado que las personas que escuchan música presencial disfrutan más de la vida que los que la escuchan solos en casa.
Un estudio de la Universidad de Melbourne reveló que otro de los beneficios de la música es que sirve como estrategia reguladora de las emociones. Las personas que bailan y cantan en los eventos musicales tienen un índice de bienestar personal mayor, ya que participar en ellos beneficia la expresión emocional y facilita el desarrollo de la confianza, la autoestima y el sentido de pertenencia grupal. En cuando a las declaraciones de cada género, más mujeres afirmaron que disfrutan cantar y bailar, mientras que más hombres aseguraron que prefieren componer y crear música.
Durante muchos años se han realizado estudios acerca de la felicidad causada por la música y se ha demostrado que escuchar, componer, cantar y bailar tienen beneficios en la salud mental y física. Mejorar tu estado emocional puede ser más fácil de lo que crees. Simplemente disfruta de todos los eventos musicales a los que tengas oportunidad de ir. Escuchar tus canciones favoritas en vivo no tiene comparación, es una sensación única y una experiencia inigualable. En todo caso, la música es inevitable en la vida diaria y en la mayoría de los casos describe la situación o los sentimientos por los que estés atravesando. No importa el género que te guste o las bandas que ames, el arte de las musas siempre está para acompañarte sin importar la hora ni el lugar.
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