Los videos musicales se hicieron lugar en la cultura colectiva contemporánea —incluso como industria— y se ganaron un sitio privilegiado en el imaginario mediático gracias a las nuevas tecnologías en torno del campo televisivo. Melodía y ritmo encontraron un aliado en la imagen en movimiento y se hicieron prácticamente inseparables. Todo parece indicar que no hay algo mejor que una propuesta audiovisual para darle una dimensión distintiva a un nuevo sencillo, un éxito de la radio o incluso a un clásico del pop, rock, rap, etc. De hecho, a menudo pueden identificarse referencias e influencias estéticas de obras de arte en videos musicales, lo que les da un matiz diferente, original e innovador. Arte que se nutre de arte. Entre la gama de voces y realizadores con una visión peculiar, destaca una figura con un talento para la fusión de elementos y concretar proyectos realmente únicos. De acuerdo, antes de que se precipiten con sus expectativas y piensen en Spike Jonze o Michel Gondry, otros de los grandes cineastas que han encontrado en los videos musicales y en los comerciales su emporio, debes saber que en realidad se trata de Daniel Askill.
Daniel Askill es un director y artista visual nacido en Australia quien actualmente vive en Nueva York y se dedica a dirigir cortometrajes, videos musicales, comerciales y videos relacionados con la industria de la moda. Askil inició sus estudios de comunicación audiovisuales en la Universidad Tecnológica de Sídney. Posteriormente se mudó a Londres para estudiar en el Central Saint Martin’s College of Art and Design.
En 2003 fue galardonado en varios festivales internacionales, como el Clermont-Ferrand (Francia), Melbourne International (Australia) y el South by Southwest, en Estados Unidos, por We Have Decided Not To Die (2004), un inusual cortometraje escrito y dirigido por él que muestra a tres personajes que se van trasformando por medio de rituales, una historia poco convencional que engrandece y enfatiza el poder visual de sus tomas.
En 2009 colaboró con la Compañía de Danza de Sídney en un proyecto audiovisual que fue exhibido en la Bienal de Venecia de 2010. En su faceta como director de videos musicales es reconocido por su excelente labor para la cantante Sia, con trabajos como: “Chandelier”, “Elastic Heart”, “Big Girls Cry”, “Cheap Thrills” y “The Greatest”.
“Chandelier”, lanzado el 1 de mayo de 2014 en YouTube, es el primer sencillo del sexto álbum de estudio, 1000 Forms of Fear, de la cantante australiana Sia. En este video la bailarina Maddie Ziegler, de 11 años en ese entonces, ejecuta una coreografía creada por Ryan Heffington en el interior de un apartamento vacío. El clip recibió dos nominaciones en los MTV Video Music Awards en las categorías de Mejor Video del Año y Mejor Coreografía. Askill también ha realizado otros videos musicales para artistas como Paul McCartney, Phoenix y These New Puritans. Los videos de Daniel Askill son una oda a la perfección visual. Imágenes que desafían lo real con un deleite de arte convertido en instantes en movimiento.
https://www.youtube.com/watch?v=4hGYANqDEyw
Además de su trabajo como cineastra, Askill también ha sabido combinar su talento para el arte audiovisual en instalaciones, las cuales se han mostrado en galerías prestigiosas. Sus muestras más sobresalientes han sido Modern Worship (2011) y Three Rituals (2011), expuestas en Los Ángeles y Sídney. Las obras se describen como “una meditación sobre la noción de ritual y cómo se puede ver a través de los ojos de la cultura moderna”, lo que destaca por la conjunción de videoinstalación, fotografía y escultura.
También ha realizado trabajos especiales para The New York Times-Great Performers, en los que enfatiza su extraordinaria habilidad en la composición visual junto con actores de renombre como Michael Fassbender, Charlize Theron y Rooney Mara. Ha dirigido, además, diversos comerciales de compañías multimillonarias, como Apple, Sony, History Channel, BMW, entre otros, lo que demuestra su versatilidad discursiva y técnica, al igual que su genio a la hora de combinar elementos artísticos en pequeñas obras audiovisuales.
Para conocer un poco más del trabajo de este director de vanguardia visita su página oficial.
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Todo video musical se asemeja, por unos minutos, a un sueño. Puede ser un sueño dirigido, como decía Borges, o una especie de trance hipnótico y surreal, un fragmento abstracto de lo real que a veces puede ser más disfrutado bajo los efectos de las drogas.